MARUJA /AGUIAR DE MARIANI
TR1L0QIA
DE LA
MATERNIDAD
POEMAS DE LA MADRE
a) Canciones por el Niño que vendrá a . mis brazos.
b) Canciones por el Niño que llegó a mis brazos.
c) Romances para mi Niño.
MONTEVIDEO
OBRAS DE LA AUTORA
PUBLICADAS
Los Paisajes Iluminados (Poesías). Premiada por «I
Ministerio de Instrucción Pública y Previsión So-
cial 1936
Alas (Poesías). Premiada por el Ministerio de Instruc-
ción Pública y Previsión Social 1936
Aventuras del Gnomo 24 Horas (Cuentos) 1937
Trilogía de la Maternidad (Poemas de la Madre) 1937
EN PRENSA
Romances Liliputienses (Poemas infantiles).
Historia del Soldadito de Plomo que se Transformó en Le-
tras de Linotipo. (Cuentos).
EN PREPARACION
Sinfonía Doméstica (Poemas del Hogar).
Romances de Marujita (Poesías).
Viajes Maravillosos de Flor de Luz (Cuentos).
La Ronda de tas Flores y los Frutos (Poesías).
Preludios de Chopin (Poesías).
El País del Ensueño (Leyendas).
Plegaria por el Niño (Poesías).
Historias escuchadas junto al Microscopio. (Cuentos Instruc-
tivos).
Canciones de Pelusín (Poemas para Escolares).
Historias que le contó a Pelusín una pluma que oxidó el tra-
bajo. (Cuentos maravillosos).
En el Reino de Talía (Mlcroteatro para Escolares).
Historia del gnomo que durmió 2.000 años (Cuentos).
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
TR1LOQIA
DE LA
MATERNIDAD
POEMAS DE LA MADRE
a) Canciones por el Niño que uendrá a mis bracos.
b) Canciones por el Niño que llegó a mis bracos.
c) Romances para mi Niño.
MONTEVIDEO
Derechos Reservados
Portada
PARA TI.
Hoy he puesto, Bien mío, las glorias de este mundo,
Frente a las maravillas de mi mundo interior;
Los paisajes más bellos, ¿qué son frente al hechizo
De todos los paisajes creados por tu sol?
¿Qué son los esplendores del mundo que me ciñe,
De este mundo que oprime y que estruja sin cesar,
Modelado con ansias, con duelos y deseos,
Frente a todo mi mundo, que es un alma inmortal?
¿T qué son los paisajes de clara primavera,
Frente a este mundo mío donde eres augural
Caricia de sol vivo, mi Bien, y donde alienta,
Magnífica esperanza, el hijo que vendrá?
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
- e 1
Amor, bendito seas, porque me diste vida;
Amor, bendito seas, porque me diste luz;
Porque en tus albas alas, ágiles de idealismo,
En un viaje de ensueños logré el espacio azul.
Amor, bendito seas, que en ti está la esperanza
Del hijo milagroso que un día a mi vendrá.
Bendita sea tu magia que me encantó de vida;
Que me colmó de augusta ternura maternal
Bendito por la gloria que enciendes en mi alma:
Por ti soy primavera colmada de áureo sol;
Por ti trocóse en pájaro sediento de azul cielo,
Sediento de quimeras y luz, mi corazón.
Amor, bendito seas, que en ti la gracia abrevo;
Es porque tú llegaste que comprendo la vida;
Por ti voy por el mundo ligera de dolores;
Por ti sé de esperanzas, de luz y de caricia».
.• , ■ *
Por ti todo lo tengo: por ti llegó el Amado.
Yo sé que por su hechizo, oh amor, seré inmortal.
Bendito seas por siempre, tú me traerás al hijo,
Al hijo de mis sueños, al hijo que será.
MARUJA AGUIAR DE MARI AN I
7
Canciones Por El Niño
Que Vendrá A Mis Brazos.
AMARGURA
Miro mi falda vacía,
Miro vacíos mis brazos
Y siento, llena de angustia,
Temblor de llanto en los labios.
Miro mi falda vacía,
Sin el hijo que he soñado;
Miro mis brazos dolientes,
Sin ese fruto anhelado,
Y siento que Primavera
Me negó su don divino.
Soy como un rosal sin flores,
Soy como un árbol sin nidos.
Lacios se caen mis brazos
Sobré mi falda vacía.
Ah, ¿por qué su don sublime
Me negó, Amado, la Vida?
Miro huérfana mi falda,
Mis brazos que caen lacios,
Y a pesar de que me besas,
Llevo amargura en los labios.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
•
Ensueño
Juego a que tú ya has venido;
Juego a que estás en mis brazos,
Y en este juego amoroso
Mis ansias voy acunando.
Juego a que vas en mis sueños,
Mi sagrada realidad,
Y eres rosa de ternura
Para mi amor maternal.
Ya mis dedos se enredaron
En el oro de tus rizos;
Desde entonces, entre ellos.
Llevo invisibles anillos.
Juego a que tú ya has llegado,
Sacro juego de armonía,
Y en este juego sagrado
Se me está yendo la vida.
Fantasía Inverna
Ronda blanca de la nieve,
Ronda de armiño y livor;
Los árboles son marqueses
Con pelucas de algodón.
Las casas graves, friolentas.
Espolvoreadas de albura,
Son inmensas abnelitas
Que lucen cofias de lima.
Ronda blanca de la nieve,
Ronda de armiño y livor;
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
*
La lunita se ha trizado
Y desde el cielo cayó.
Ronda en la ronda que ronda
Mi ternura maternal,
Mientras ronda el alma blanca
Del hijito que vendrá . . .
Ruego
{Cómo me pesa en los brazos
El hijito que no vino!
¡Cómo me pesa en el alma
La ausencia del fruto vivo!
Toda yo soy primavera,
Luz, caricia, beso y flor,
Y guarda, para adormirlo,
Canciones mi corazón.
La ausencia del pajarillo
Llena mi vida de duelo.
{Cómo pesas, hijo mío,
,41 ser todavía un sueño!
¡Ah, cómo pesa en mi vida
El hijito que no viene!
Soy la ternura materna
que de ternura se muere.
Toda mi vida es un tallo
Que se alarga hacia el azur,
Espigadora de estrellas
Que busca su estrella luz.
TRILOGIA OE LA MATERNIDAD
10
De no llevarte, los brazos
Me duelen, hijito mío:
i Dame tu carga liviana,
Que me pesa este vacío!
Rayito de Luz
Como un rajo de lux en mi sendero,
Así jo te he sofiado, hijito mío;
Como un rajo de lux en mi sendero,
Caricia alada de inefable brillo.
Todo dulzura en medio de las sombras,
Sonrisa de esperanza en el dolor,
Milagroso de vida j de ternura,
Como un rajo de sol.
Por ti mi paso será firme, j lleno
Mi corazón de una sublime fe,
Siguiéndote, rajito, en mi sendero,
Me fundiré con El.
Hijo mío, caricia milagrosa:
¡Cómo jnego, en un santo j dulce juego,
▲ forjarte tan puro que parezcas
Como un rajo de luz en mi sendero!
Ronda
Las flores son nifias, son nifias alegres,
Que visten sus galas más bellas j claras;
Y sobre los cerros, sobre las colinas
Y en el glauco césped, locamente, danzan.
MARUJA AQUIAR OE MARIANt
11
Tomadas las manos de sedas sutiles,
Forman una ronda de aroma y color,
Una ronda alegre que danza ligera,
Bajo el beso rubio y caliente del sol.
Las flores son niñas que en sus vacaciones
de dulce, de alegre, triunfal primavera,
Juegan encantadas olvidando libros,
Cuadernos y planas, maestras y escuelas.
Ronda de las flores, milagroso circulo
De aroma y de gracia, de luz y color:
Deja que en ti dance, como una flor roja,
La flor monopétala de mi corazón.
Deja que se impregne de inocencia suma;
Que atesore gracia, luz, diafanidad.
Así seró cáliz, pleno de belleza,
Para el hijo mío que un día vendrá.
Anhelo
Cuando veo a una madre que, dichosa.
Avanza con la carga de su hijo,
Miro mis pobres brazos que aun ignoran
La gloria de llevar al hijo mío,
Y la sigo con ojos en que tiembla
Mi ternura infinita. Tras sus pasos.
Mi corazón se lanza dulcemente,
Mientras me invade un amargor de llanto.
Ah, i cuándo, yo también, iré dichosa,
Cruzando alegremente mi camino,
Los brazos maternales doblegados
Por la. carga divina de mi hijo!
TRILOGIA de la maternidad
12
Obsesión
Digo “el hijo que vendrá*’
Y en mi alma juguetea,
En una fiesta de aromas,
El alma de primavera.
Cuando digo dulcemente
Que a mis brazos llegará,
Siento como si en mis labios
Preso llevara un panal.
Pienso en él y toda el alma
De fulgores se me llena,
Como sí hasta mí llegara
El cuerpo luz de una estrella.
Vivo encantada de ensueño,
De quimera y de ilusión;
Siento que tiembla en mis manos
Tu pequeño corazón,
Cuando en voz baja, embriagada
De ternura maternal,
Digo como una plegaria:
“El hijito que vendrá”.
El Dulce Juego
Juego a nevarte en mi vida,
Bendiga mi juego Dios;
Aunque no vas en mis brazos,
Ya vas en mi corazón.
Hijo que estás en tu estrella,
Hijo que en mí dormirás
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
13
Y de mi seno materno
A la vida te alzarás:
í Cómo sofiamos contigo
En nn milagroso juego!
Ya estás viviendo en nosotros
Aunque te encuentras tan lejos.
Con este juego tan dulce
Se embriaga mi corazón;
Con este juego sagrado,
Vas en mi como una flor.
Y aunque tu estrella lejana
Aun no dejaste, hijo mío,
Por ese juego encantado,
Ha tiempo que vas conmigo.
Juego a esconderte en la cuna
De mi amante corazón;
Juego a llevarte en mis sueños:
¡Bendiga mi juego Dios!
Ronda de Flore
Juegan las flores alegres,
Las inquietas flores niñas,
A entretejer una ronda
En la cercana colina.
Llevan delantales verdes
Y capotas de color;
Es cual si allá, en la colina,
Girara un gran corazón.
Ronda encantada. En la brisa,
Las flores inquietas, danzan.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
14
La colina las estrecha
Sobre su materna falda.
Ronda de flores amigas:
Quiébrate ja, un eslabón,
Un lugarcito amoroso,
Reclama mi corazón.
En esta ronda encantada,
En este encantado juego,
Pido un sitio pequeñito
Para el hijito que espero.
Encerrado en la eadena
De gracia j diafanidad,
Será entre todas las flores,
Mi pequeño, una flor más.
Triunidad
Tres seremos el día que tú llegues,
Dulce pequeño y nuestra alcoba azul,
Para darte su amante bienvenida,
Se enjoyará de milagrosa luz.
Tres seremos el día que tú llegues:
El pequeño, papito y tu mamá.
Mas, enlazados en inmenso abrazo,
Formaremos la mágica unidad.
Romance Por el Hijo Soñado
Madrecita que reclamas
Al hijo que no llegó;
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
15
Que lo llevas en tus ansias
Y en tu amante corazón :
¡Cómo comprendo tu angustia,
Que es la que sintiera el árbol
Si al llegar la primavera
No se enjoyara de pájaros!
Es la que sintiera el ave
Al ver su nido vacío,
Sin un racimo de plumas,
Sin un racimo de píos.
La que sintieran las ramas,
Si al beso de soles puros,
No se llenaran de flores,
Tierna promesa del fruto.
Angustia de no tener
En los brazos ese hijo,
Que va latiendo en la sangre
Y en el alma va escondido;
Angustia de no llevar
La carga augusta en la falda
De no besar ese hijo
Que nos signa desde el alma ;
Angustia de esa terrible
Incertidumbre que juega
A llenamos de esperanza,
Y en desaliento se trueca;
De no sentir en los brazos
Esa carga milagrosa,
Que fuera para nosotros
Como un manojo de rosas.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
— 16
Angustia de la mujer
Que no prolonga su vida
En el fruto de sus sueños;
Angustia inmensa, infinita.
¡Cómo la entiendo llevando
En mis ensueños dormido
Ese mundo de quimeras
Que se concreta en un hijo;
El hijo de nuestra vida
T al que aun no acariciamos,
Porque es sólo una visión
Dormida entre nuestros brazos !
Angustia
Primavera, Primavera:
Tú te olvidaste de mí;
Le diste suaves capullos
Al rosal de mi jardín;
Prendiste racimos prietos
De sedosas amatistas,
En los brazos sarmentosos
7 tristes de la glicina ;
Dejaste en todas las ramas
Copas frágiles de nidos,
Y las llenaste más tarde
Con inquietos paj arillos.
Sólo mi falda materna,
Triste ha quedado y vacia;
Soy como un árbol sin flores,
Y una amargura infinita.
MARUJA AQUIAR DE MARIANI
17
Me araña el alma al mirar
Lag ramas llenas de nidos;
T que en mis brazos dolientes
No está el anhelado hijito.
¿Por qné tú, tan generosa,
Me niegas tu dulce ofrenda?
Ah, no te olvides de mí,
Que estoy triste, Primavera.
Como dos ramas de vida,
Se alargan a ti mis brazos
Sin la ideal carga del hijo,
Nidos que sueñan con pájaros.
Soy como un árbol doliente
Que de ti todo lo espera:
No te olvides de mis ramas;
Quiero un hijo, Primavera
Monedita de Lu
Monedita de una estrella,
Moneda tallada en luz:
» La laguna es tu escarcela
Tejida en cristal azul.
Monedita de una estrella:
Si te lograse mi alma,
Todo mi mundo de ensueños
Contigo, feliz, hallara.
Tan pequeña eres que asirte
Pudiera mi pobre mano,
Que se alarga a ti amorosa,
Niveo juguete encantado.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
18
Sé que eres mágica, sé
Que si audaz yo pretendiera
Apresarte, te quebraras
En diminutas monedas.
Y entonces entre mis dedos
Aprisionara un tesoro,
Formado por la fortuna
De mil moneditas de oro.
Pero mi mano tan torpe
No se atreve a aprisionarte,
Monedita de mis sueños,
Que vives entre cristales.
Tú eres un sueño también,
Porque apenas con mis dedos
Te aprese, te esfumarás
Como se esfuman los sueños.
Por eso, desde la orilla,
Te miro, blanca moneda,
Encerrada entre las mallas
De la laguna escarcela.
Y juego a que ya eres mía,
Que a cambio de ti me da
El Dios de amores el alma
Del hijito que vendrá.
Juego a que tú ya eres mía,
Y en tanto hilvano mi juego,
Tú brillas, pura e inasible,
Como si fueras un sueño.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
19
Elevación
Hijito mío soñado,
Hijo que un día vendrás,
¿Cómo, siendo sólo un sueño,
.Con nosotros siempre estás?
Eres el ansia sublime
De ser mejores, el ansia
De conquistar la belleza
Para volcarla en tu alma.
Bendito seas, hijito,
Ballesta plena de amor,
Que gozosa nos impulsas,
En milagrosa ascensión.
Eres sólo una esperanza,
Eres tan solo un ensueño,
T no obstante nos das alas
Para lanzarnos al vuelo.
Salve, hijo mío, tan leve
Que eres sólo una ilusión,
Y no obstante eres impulso
De milagrosa ascensión.
El Tesoro
Ah, cuando estés a mi lado
Soñaré que soy princesa;
Que con mis manos logré
La más ansiada riqueza.
Palpitará entre mis brazos
Un rubí: tu corazón;
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
20
Las dos gemas de tus ojos,
Que me colmarán de amor;
Tus brazos, collar soñado
Para ceñir mi garganta;
Tu boca, nido de mieles
De las abejas palabras.
Cuando te tenga en mis brazos,
Seré como una princesa
Que tiene un mago tesoro
Que nadie logró en la tierra.
Todos los bienes que sueño
Me vendrán con tu llegada.
{ Cómo me tarda esta dicha
Del tesoro de tu alma!
Estampa
Río alegre y bullicioso,
Muchacho travieso, audaz,
Que corre y corre a arrojarse
Al regazo azul del mar;
Río alegre y alocado;
Río niño de alma ingenua,
Cazador de peces de oro
Y de cándidas estrellas;
Río poeta que tejes
Estrofas en los remansos;
Río que tienes el alma
Plena de cantos de pájaros:
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
21
Quién tuviera tu alegría,
Tu corazón de cristal,
Para ofrecerlos al hijo
Que de mi sér se alzará.
Llevaría tu inocencia,
Tus ensueños, tu canción.
Su corazón yo calcara
Sobre tu gran corazón,
Río alegre y bullicioso,
El de rulos de cristal,
Que corre y corre a arrojarse,
Al regazo azul del mar.
Ilusión
Pasa la ronda, pasa la ronda,
Gracia y frescura, beso y canción,
Cadena viva; cada pequeño,
Es como el ala de inquieta flor.
Pasa la ronda, gira graciosa,
Cadena viva, bella cadena;
Cada pequeño es como el ala
De un gran capullo de primavera.
Pasa la ronda... Yo la contemplo
Llena de ensueños . . . Con ansiedad,
Quiebro ese cerco buscando un sitio
Para el pequeño que a mí vendrá.
Sí, mientras gira la ronda alegre
Llenando el aire de luz y cantos,
Tejo un ensueño que me conmueve:
Sueño que el hijo llegó a mis brazos,
TRILOGIA de la maternidad
22
Y que, sonriendo, llena de dicha,
Quiebro la frágil, viva cadena,
Para que el niño de mis amores
Con ellos juegue a la rueda rueda.
Cadenita de Besos
Ah, cuando vayan mis brazos
Ciñéndote, hijito mío,
Ninguna fuerza podría
Quebrar ese cerco vivo.
En ellos quedarás preso,
Gozando de libertad,
Pajarillo milagroso
Que un día a mi llegarás.
Seré tu tierra cadena,
Forjada con ilusiones ;
Cadenita hecha de besos,
Cadenita hecha de amores.
Ah, cuando puedan mis brazos
Apresarte, hijito mío;
No existirá fuerza alguna
Que quiebre ese cerco vivo.
Creo, a veces, que cien vidas
Se fueron en esperarte,
Y pienso si no me viene
De raíces ancestrales,
Este deseo supremo
De ceñirte entre mis brazos.
De tomarte prisionero
De amores en mi regazo.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
23
Ah, ese círculo tan prieto
De ternura maternal.
Lo forjaré, para atarte,
Con besos de eternidad.
Rever ie
Soñar con el tierno hijito
Que un día vendrá a mis brazos,
Mientras escucho las notas
Que Ivonne arranca al teclado;
Soñar con su alma, tan pura
Como la dulce canción
Que brota alígera y leve
De los deditos de Ivonne.
Más que nunca, hijito mío,
Te siento así en mis ensueños,
Mientras corren por las teclas
Los deditos marfileños.
Chopin, Beetlioven y Schubert
Son trama de mi esperanza;
La urdimbre me la da Ivonne
Con su música encantada.
¡Hijo mío, cómo te alzas
De esa sublime armonía!
¡Cómo adivino tu alma,
Cómo siento tus caricias !
Soñarte mientras estrecho
Enjoyada de emoción,
Pájaros en mi regazo,
Las manecitas de Ivonne.
TRILOGIA de la maternidad
24
Nido Vacío
Hasta mi nido que aun
No tiene su pajarillo;
Hasta mi casa que es
Como un gran nido vacio.
Llegaron las tiernas notas
Lejanas de un arrorró,
Esas notas que parecen
Latidos de un corazón.
Escuchándolas, de pronto
Sentí una inmensa nostalgia,
Viendo mis manos vacías,
Viendo vacía mi falda.
Ah, si el hijito soñado
Llegara, en fiesta de amor
Yo también hilvanaría
Las notas de un arrorró.
Lleno llevo el corazón
Y llenos llevo los labios
De canciones. ¿Para qué
Quiero armonías y cantos,
Si no ha llegado a nosotros
El hijito que esperamos.
Aquel por quien trocaría
Mi alma en inmenso canto?
Llega de lejos ungida
De amor, la canción de cuna;
Mientras la escucho en la noche,
Siento, mi Bien, honda angustia;
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
25
La angustia del ave amante
Que anhela su paj arillo,
Y que está triste, está sola,
Velando el nido vacío.
La Canción del Trigal
Trigal, padre de los surcos,
Enséñame esa canción
Con que aduermes a tus hijas
Sobre tu buen corazón.
Es un cántico de oro
Que después será de luna;
Es un canto de esperanza
Trocado en canción de cuna.
Con ella, tú, cada noche
Vas meciendo a las espigas;
Y ellas se duermen dichosas
Sobre tu pecho reunidas.
Y son un haz de oro vivo,
Un manojito de sol,
' Todas así acurrucadas
Sobre tu buen corazón.
Trigal, padre de los surcos,
Enséñame tu canción,
Esa con notas de Luna,
Esa con notas de Sol.
Quiero aprenderla, así un día
El hijito que vendrá
Se adormirá dulcemente
Con la canción del trigal.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
26
Y quedará quietecito
Nimbado de Luna y Sol,
Lo mismo que las espigas
Sobre tu buen corazón.
Canto de Esperanza
{Ah! cuando este dulce juego
De santa maternidad,
Se convierta, Amado mío,
En mi más sacra verdad,
Será mi falda mullida
Nido de amor sensitivo,
Donde repose, gracioso,
El ansiado hijito mío.
Serán mis brazos cual ramas
De un árbol fuerte y fecundo,
Que levanta hacia los cielos,
En gesto de amor, su fruto.
Nada variará, mi Amado,
Seguiré el divino juego.
Solamente que en mis brazos,
Cual dulce fruto de Enero,
Cual una estrellita mágica,
De sublime claridad,
Levantaré triunfalmente
Al hijito que vendrá.
Y será cual si apretara,
En hondo abrazo de amor,
Todos los dones del mundo,
Mi Bien, sobre el corazón.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
27 :
Gravidez
Mi paso se ha tomado suave y lento;
Avanzo entre las cosas ¡tan extraña!
Parece que en mis hombros palpitasen
Tus milagrosas, tus soberbias alas.
Mi paso se ha tomado lento y suave;
Mi voz se alza también más suavemente.
Avanzo con sigilos y cautelas,
Como un fantasma vacilante y leve.
Voy cruzando a tu lado por la vida,
Extasiada en mi dicha milagrosa.
Mi cuerpo es una cuna sensitiva
En que duerme la vida triunfadora.
Y es por eso, por él, que está dormido,
Que avanzo dulcemente y que mi paso.
Antes tan ágil, se ha tomado lento,
Y que mi voz es grave. iQué cuidado
Infinito, mi Bien, pongo, amorosa,
En toda mi actitud! ¿Sabes? Ansio
Que esté tranquilo el chiquitín de amores
Que en mi materno seno está dormido.
Me he tomado, mi Bien, en una augusta
Custodia de hondo amor para el pequeño
Que me eligió entre todas como madre,
Santificando con su sér mi seno.
Llevo en mí al hijo nuestro que descansa
En mis entrañas como un fruto leve.
Por eso es hoy mi paso cauteloso:
Tengo miedo que el niño se despierte. . .
trilogía de la paternidad
28
Haz de Amores
Contra mi corazón, contra mi pecho,
▲sí qniero tenerte, Amado mío.
Sea tu almohada mi regazo tierno,
Que sólo existe para ser tu nido.
Así, bien junto a mi regazo; apoyo
Tu cabeza en mi amante corazón,
Y en silencio, embriagado de ternura,
Escucha, dulce Dueño, su canción.
Te dirá de su amor que es hoy su vida;
Y en fiesta de ternuras, augural,
En su latir escucharás al niño
Que un día a nuestros brazos llegará.
Mis amores, mis dos santos amores;
Uno esperanza, el otro realidad.
Ciño a los dos al estrecharte, Dueño,
En amoroso abrazo maternal.
Uno, verdad sublime de mi vida;
El otro, mi purísima ilusión;
Y los dos, como un vino heeho de estrellas
Que me inunda de luz el corazón.
El Escudo
Develo que te sientas a mi lado,
Desgranando el rosario de las horas;
Que me miras, pupila visionaria,
Desde la cuenca torva de las sombras;
Desvelo, compañero de mis noches:
Ya no temo tu triste compañía,
MARUJA AGUIAR DE MARIANi
29
Porque estrecho, amorosa, entre mis brazos,
La esperanza que vence la sombría
Legión de tus fantasmas. ¿Qué me importa
Que llegues a mi lado, cruel desvelo;
Que me ciñas, soberbio , entre tus redes
E interrumpas la calma de mi sueño?
Hoy me encuentras serena. Ya no temo
Tu venida. Si llegas, me verás
Estrechando amorosa y palpitante,
La esperanza del hijo que vendrá.
Miniatura
¿Cómo serás, pequeño? Todavía
No conozco tus ojos ni tus manos.
No adivino tu faz de rosa y lirio,
Ni el coral milagroso de tus labios.
Nada sé de tu cuerpo. No imagino
Cómo serás, mi delicada flor.
Sólo sé que en tu pecho irá prendido,
Del Amado Inmortal, el corazón.
Canto al Dolor
Ah, bendito, dolor, que así desgarras
Mi seno que da vida. Soy la flor
Que engendra en su sagrario al leve fruto,
Que late como un dulce corazón.
Muerde más en mi entraña, roe y cava;
Ahonda con tus garras, que el pequeño
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
30
Reclama su lugar. Dáselo, ensancha
Mi interior, dolor santo, que mi cuerpo
Sea cáliz mullido. El pequeñuelo
Ha de estar en mi seno, todo amor,
Como la estrella nivea entre las nubes,
Como el fruto que aún no está en sazón.
Házle lugar, dolor. Muerde y destroza;
Ahonda sin piedad. Tu garra fiera
Cave la cuna frágil de mi niño,
7 en tanto, buen dolor, {bendito seas!
Vidas Paralelas
Semillita, semillita
Que estás dormida en el surco;
Corazón todo de oro:
De ese tu sueño al conjuro,
Se alzará de tu regazo
La plantita que soñaras,
Esa tu hijita de amores,
Esa tu hijita anhelada.
¡Quién tuviera, como tú,
La maga dicha triunfal
De alzar del alma, hecho fruto,
Al hijito que vendrá!
En mi surco de esperanza,
Yo también sueño dormida,
Esperando el gran prodigio
Que tú esperas, semURta.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
31
Y he de cumplir este ensueño
Que nos hermana a las dos:
Alzar en mi fuerte brazo
La gracia luz de una ñor.
El Collar
Cadenita de dos brazos
Apretados a mi cuello;
Brazos puros, cariñosos,
Del dulce hijito que espero.
¡Ah, sentiros anudados
En tomo de mi garganta!
¡Ningún tesoro de reyes.
Joyas luz, os igulara!
Cadenita de dos brazos
Infantiles en mi cuello;
Collar vivo y delicioso
Con carne de mis ensueños.
¿Quién no apresara la vida;
Quién la gloria no apresara,
Si con los brazos del hijo
Se enjoyase la garganta?
¡Ah, esos brazos delicados
Del dulce hijito que espero,
Viviente collar de amores
En rededor de mi cuello!
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
32
Romance Maternal
La muñeca del pasado
Y el primer sueño de amor,
Todo beso si te beso,
Capullito de ilusión.
Cuando en mi falda de niña
Yo mecía a mi muñeca,
Sin saberlo, acaso, hijito,
Ya te tenía muy cerca.
Cuando de novia tejía
Mis más alados ensueños,
Tal vez, sin yo presentirlo,
Tú ya flotabas en ellos.
La Muñeca del pasado
Y el primer sueño de amor,
Todo, todo es este hijito
Que duerme en mi corazón
Duerme soñando en la vida
Que de mi sér le vendrá;
Beso, luz, canto, suspiro,
Dulzura y diafanidad.
Juegan lo» Pequeño*
Juegan los pequeños, llenando de risas
El aire colmado de sol. En mi alma
Yo enhebro sus sueños, sus bellas visiones,
Su sana alegría, sus risas, sus ansias.
Juegan los pequeños ... Mi alma se llena
De viejos ensueños y se va al pasado:
MABUJA AGUIAR DE MARIAlMl
33
Hilvana visiones, cual si fueran cuentas,
Repasa recuerdos de tiempos lejanos.
Los dias que fueron, en rondas me cercan;
Los días vividos me vienen a hablar,
T un bello futuro diseña mi ensueño,
Cuando llegue el hijo que un día vendrá.
Juegan los pequeños... Mientras los contemplo,
Siento que me invade una dulce emoción,
7 enlazo a sus juegos al hijo soñado,
Que late en mi seno como un corazón.
Para Nombrarte
He buscado, amorosa, entre los nidos
Y en las bandadas de gorriones locos,
Que juegan en las ramas de los plátanos
Como traviesos duendes bulliciosos,
Los sonidos más tiernos. . . Yo imagino
Que encontraré tan solo entre las aves,
Las palabras que son miel y dulzura
Que busco, chiquitín, para nombrarte.
El Acecho
¡Ah, chiquitín que vives en mi seno!
Desde todo me acechas. Eres luz
En el rayo de sol que llega, amante,
Con su bello mensaje del azul;
Eres seda y aromas en las flores,
Y eres canto en la comba de los nidos.
TRILOQIA DE LA MATERNIDAD
34
Desde todo me acechas, milagroso
Chiquitín, que en mi sér vas escondido.
Eres plata en la Luna; eres tibieza
En el rajo de sol que me acaricia;
Eres el beso que en mis labios tiembla
T el llanto que me nubla las pupilas;
Eres música suave y armoniosa;
Eres estrella de radiante nácar;
La charla cristalina de la fuente
T el silencio inspirado que me habla.
Desde todo me acechas, desde todo
Me llamas, delicioso chiquitín;
Desde las flores todas de la tierra,
Desde los astros todos del zafir.
Por eso, siendo parte de mi vida
Y esencia milagrosa de mi esencia,
Te elevas desde el fondo de mi seno
Y hada el mundo, triunfante, te proyectas.
Y en él te veo como nota alada;
Fruto de estío, pajarülo y flor.
¿Quién lo duda, pequeño todo amores,
Si vas en mi materno corazón?
Hortui Concl ui u •
Despliega, Amor, tus alas de ternura.
Quiero, anhelante, cobijarme en ellas.
AffliftTTiA del mundo; que ni un eco
Me llegue de las luchas de la tierra.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
35
Ciérrame más en tu divino cerco
Milagroso de paz, porque mi seno
Es la cuna de vida en que al hijito,
Todo esperanza luminosa, llevo.
Que el silencio se cierna en mi refugio;
Tu nudo de ternura estrecha más;
Que no llegue hasta mí rumor alguno,
Porque el niño podría despertar.
Curiosidad
Cuando un hálito sacro de belleza
Me roza con sus alas incorpóreas,
T me envuelve en sus célicos efluvios,
Dulce pequeño que en mi seno moras,
Dime: ¿Tú sientes mi emoción? ¿Tú vibras
Escuchando la cálida armonía?
Esa emoción que vivo en mí, ¿no llega
Hasta tu alma que en mi seno anida?
Cuando bobo con ansias misteriosas
La armonía magnífica 7 suprema,
En ía savia de amores que te nutre,
¿No aprisionas, pequeño, la belleza?
Yo creo que tu sér, preso en el mío,
Siente mis ansias 7 mis sueños siente;
Que se embriaga, conmigo, de armonías
Y se nutre de néctares celestes.
Pensando que es así, toda mi vida
Es un ánfora plena de áureas mieles
Y acoge a la belleza milagrosa
Que llegará hasta el niño que en mí duerme.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
36
Caja de Música
Desde que vas en mi seno,
Hijo mío, la ternura
Convirtió mi corazón
En una caja de música.
Suben cantos a mis labios,
Todos ungidos de mieL
Canto lo mismo que el pájaro,
Feliz sin saber por qué.
Llevo un mundo de canciones
Prisioneras en mi alma;
Canciones de primavera,
Canciones de la esperanza.
Desde que vas en mi seno,
Milagro de rosa y miel,
Soy, lo mismo que los pájaros,
Feliz sin saber por qué.
La Ofrenda
Una madre doliente, hijito mío,
Solicitó mi ayuda. Éntre sus brazos
Traía un chiquitín tímido y suave,
Que clavó en mí sus ojos asombrados.
¡Cuánto dolor en ese hogar! Mi mente
Acarició un instante tu recuerdo:
Vió tu ajuar, tus batitas, los abrigos
Que cubrirán tu diminuto cuerpo.
Tendrás caricias, nuestro amor inmenso,
La más alta instrucción y el bienestar;
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
37 _
Los dolores, tan órneles, tu alegría
De p&jaro y de flor, no agostaría.
Lo pensé en un instante y di mi óbolo
A la manita del hermano pobre,
Al que ofrecí temblando, mi ternura
T mi emoción inmensas en tu nombre.
Tú también, cuando estés, te acordarás
De los niños que sufren, chiquitín,
Y en la bondad y en la emoción fraterna
De aliviar el dolor, serás feliz.
Canto & La Madre
Madre, custodia santa de la vida,
Síntesis maga del supremo amor,
Esperanza y caricia, ala y ensueño,
Inmenso corazón.
Madre augusta, sublime madre santa,
Ungida por los óleos del amor;
Alma llena de ensueño y de ternura,
Cáliz de ideal licor.
Santa, porque eres el amor y santa
Por el hijo que duerme entre tus brazos;
Por él eres la Vida milagrosa,
Por él ores poesía, amor y canto.
Todo ante ti se rinde, oh, tú, la augusta,
La fuente de la vida, madre santa;
En ti vive en eterna y suave aurora,
De ensueño y de poesía, la esperanza.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
— 38 —
Tú soñaste ese hijito que en tus bracos
Hoy es bella, divina realidad;
Por él, madre sagrada, madre augusta,
Célica luz, te llamas la Inmortal.
Bendita tú entre todas las mujeres,
Anfora toda amor;
Bendita tú éntre todo lo que alienta,
Amante corazón.
Ala y caricia, bendición y beso,
Arrullo y suavidad;
Esperanza, ternura, amor y canto,
Madrecita inmortal
Bendita seas por el tierno hijo
Que en tus brazos descansa;
Bendita seas tú que eres la vida
Grávida de esperanza.
Todo se postra ante tus plantas, madre;
Melodía y fragancia,
Plinto de amor, de gracia, de ternura,
Mág que cuerpo, alma.
Por el hijo que duerme entre tus brazos.
Nido de suavidad,
Madre augusta y sublime, madre nuestra,
Tú eres la Inmortal
Canción Triste
Dos ternuras en mi alma,
Luz y sombra, alba y ocaso:
Ojos que me mirarán,
Ojos que ya me miraron.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
39
Manos que fueron caricia,
Manos que acariciarán;
Boca que resaba: Hija;
Boca que dirá: Mamá.
Forma triste que fué al surco
Para dormir en la tierra;
Forma niña con dos alas,
Forma suave, forma nueva.
Alma que se fué hada El,
Caminito del azur;
Alma que de El me viene,
Dejando sendas de luz
jHijito mío esperado!
|Oómo te fuiste, papá!
Este, recuerdo de llanto,
Aquel, sonrisa augural.
Y los dos tan enlazados
En mi pobre corazón,
Que abuelo 7 nieto son todo
Mi anhelo de ser mejor;
De cruzar la torva senda
Siendo el bien, siendo la paz,
Por mi padre que se fué,
Por el hijo que vendrá.
TRILOQIA DE LA MATERNIDAD
40
Canciones Por El Niño
Que Llegó a Mis Brazos
MATERNIDAD
Nueve lunas en mi seno,
Hijo mío, te llevé.
Por ser custodia del tuyo,
Sagrado mi cuerpo es.
Nueve lunas todo mío,
Escondido en mi regazo,
Sintiendo tu corazón
Latir lo mismo que un pájaro.
Esa música sagrada
Era mía, toda mía.
Era yo tu pentagrama
T tú toda la armonía.
Un niño estaba en mi seno;
Nadie, nadie lo veía.
Sólo yo, que lo llevaba,
Que era cáliz de su vida.
Nueve lunas en mi seno
Hijo mío te llevé;
Por ser custodia del tuyo,
Sagrado mí cuerpo es.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
41
o y a Suprema
¿Quién habla de joyas
De soberbio brillo,
Cuando entre mis tomos
Tengo al hijo mió?
¿Quién habla de flores?
Sobre el corazón,
To estrecho amorosa,
La más bella flor.
¿Hablásteis de mieles?
Jamás he gustado
Mieles exquisitas
Cual las de sus labios.
No me habléis de joyas,
De mieles o flores;
No os comprendería
Mi materno goce.
Porque con el niño
Que duerme en mi falda.
Es cual si las joyas
Del mundo apresara.
Y es cual si los frutos
Y las flores todas,
En mi pecho amante
Guardara, gozosa.
¿Cómo entendería
Que hay algo más bello,
Que hay algo más suave,
Más dulce y más tierno.
Que este bijito mío,
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
42
Capullo de eneanto,
Milagro de amores,
Que duerme en mis brazos?
No me habléis de joyas,
De mieles o flores;
No os comprendería
Mi materno goce.
asaron Los Reyes.
M arojita está contenta;
Pero tan contenta está,
Que en su alegría no sabe
% ha de reir o llorar.
Es que pasaron los reyes,
Los monarcas del ensueño,
(Ella bien oyó en la noche
El paso de sus camellos)
Y en la cunita celeste,
Pequeñita como un nido,
Le pusieron al hermano
Que hace tiempo había pedido.
En vano en sus zapatitos
Hay juguetes a porfía.
No los ve, no quiere verlos
Marujita.
Que sus miradas no cesan
De dirigirse a ese nido
Celeste donde, entre tules,
Duerme su lindo hermanito.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
43
Noche de Reyes, milagro
De esperanzas y de ensueños.
(Bien oyó mi Marujita
El paso de los camellos).
Es que los reyes pasaron
Y, siempre suaves y buenos,
Le dieron un hermanito
Que compartirá sus juegos.
1 Qué delicado y qué frágil
En su cunita celeste!
iCon qué cuidado infinito
Lo habrán traído los reyes!
Marujita está contenta;
Pero tan contenta está,
Que en su alegría no sabe
Si ha de reir o llorar.
£1 Niño Nuestro
Este niño que ha llegado,
En una fiesta augural,
Capullito de ternura,
Es nuestro y de nadie más.
El es toda la fortuna,
El es toda la ilusión.
Laten nuestros corazones
En su frágil corazón.
En mi cuerpo fué tejido
Con amores, beso a beso.
En mi alma fué engarzado
Con su ensueño y con mi en sue ñ o.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
44
Una brizna de lueero,
Una brizna de infinito,
Un ensne&o, una esperanza.
Así, en labor de idealismo,
Fué tejido dulcemente,
Sueño a sueño, beso a beso,
El cuerpo del hijo mío
En el cáliz de mi cuerpo.
Este niño que ha llegado,
En una fiesta augund,
Capullito de ternura,
Es nuestro y de nadie más.
El Milagro
¿Sabéis el hechizo?
¿Sabéis el milagro?
Tengo una estrellita
Dormida en les brazos.
Una estrella rubia,
Una estrella suave,
Que fulgores puros
En mi falda esparce.
¿No veis que estoy llena
De suave livor?
Hay luz en mis ojos
Y en mi corazón.
¿Decís que es un niño?
¿Qué sabéis vosotros?
Es una estrellita
Con fulgores de oro.
MARUJA AGUIAR DE MARIANt
45 '
Me la dió la Luna»
La dejó en mi falda.
De su luz divina
Llena tengo el alma.
¿Visteis el hechizo?
¿Sabéis el milagro?
Tengo una estrellita
Dormida en mis brazos.
El Niño Se Duerme
Cuando se duerme mi niño,
Todo calla en derredor;
No se oye más que el canto
De mi amante corazón.
El cielo enciende uno a uno
Sus faroles de luceros,
Para alumbrar dulcemente
Los paisajes de sus sueños.
Apaga el canto la fuente,
Apaga su canto el mar,
Y el viento se va muy lejos
Con su terrible ulular.
Cuando se duerme mi niño,
Todo calla en derredor;
No se oye más que el canto
De mi amante corazón.
1 + 1 = 2
Uno más uno son dos,
Y dos más uno son tres.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
46
Así dice la aritmética»
Y tú lo dicea también.
Mas» ¿sabes, hijito mío?
Del sacro amor al conjuro,
Cuando amantes te esperábamos.
Papá 7 mamita eran uno. . .
Y ahora que tú has llegado
Para enjoyamos de ensueño,
Para ceñimos de encantos
En un milagroso juego,
Los tres, enlazados siempre
Del santo amor al conjuro,
A pesar de la aritmética,
Siempre, hijito, somos uno...
Romance Del Lucero Niño
Un lucerito gracioso,
Rubio lo mismo que el Sol,
Un día vino a la Tierra,
Con el permiso de Dios.
Tenía dos leves alas
Entretejidas de ensueño.
Con ellas voló a la Tierra
El lucerito viajero.
Cuando se vio en nuestro mundo
Tuvo miedo y tuvo frío;
Se acurrucó en un trigal
Y allí se quedó dormido.
Yo pasaba por los surcos
Y lo alcé hasta mi regazo:
MARUJA AQUIAR DE MARIANt
47
El ltioerito dormía
Oon la sonrisa en los labios.
Y fui cruzando las sendas
Desmoronando distancias.
Con suavidades de felpa,
Como si tuviera alas.
¿Qué llevas sobre tu pedio
Que brilla tal como un sol?
Y yo respondía a todos:
Un lucerito de Dios.
Mas al mostrarlo, oh, asombro,
En mi regazo, dormido,
Ya no estaba aquel lucero
Bino el más hermoso niño.
Si lo encontré en los trigales,
Era mío, todo mío.
Y canté llena de dicha,
Porque al fin tenía un hijo.
Y aquel lucero divino
Ya no se apartó de mí;
Es nuestro hijito adorado,
Eres tú, mi Pelusín.
La Cuna
La cunita de mi niño
Es milagro de primor;
Tiene ternura de nido,
Tibieza de corazón.
La cunita de mi niño,
Con mi canción viene y va;
TRILOGÍA DE LA MATERNIDAD
48
Dulcemente, el niño mió,
Se duerme con mi canter.
Al fin queda quietecite,
Suspendiendo con amor
Al capullo de nú vida,
Que en su comba se durmió.
La cunita de mi niño
Es milagro de primor ;
Se dijera que fué hecha
Con mi propio corazón.
Canto De La Madr
¿Que he sufrido mucho?
¿Que mucho lloré?
Tal vez sea cierto:
De ayer nada sé.
Me acosté llorando;
Desperté dichosa.
Reían los pájaros,
Reía la aurora,
Y yo entre mis brazos
Me encontré este niño,
Sin saber siquiera
Cómo a ellos vino.
¿Que he sufrido mucho?
Quizás . . . Lo he olvidado.
Sólo sé que tengo
Un niño en los brazos;
El niño que amante
Mi vida aguardó;
Que ha hecho me olvide
De todo dolor.
MARUJA AQUIAR DE MARIANI
49
Por él soy la dicha
Del sueño logrado;
Por él soy la madre
Con su niño en brazos.
Y una madre es dulce
Milagro de paz,
Ternura infinita
Y amor inmortal;
Olvido de todo
Pasado dolor;
Es beso y suspiro,
Es ala y canción.
Soy dicha presente;
No sé del pasado:
Soy sólo la madre
Con su niño en brazos.
Canción De Cuna N.* I
Duérmete ya, hijito mío,
Apretado a mi regazo,
, Como se duerme en el nido,
Soñando amores, el pájaro.
Duérmete ya, hijito mío.
El cielo apagó el farol
Luminoso de la tarde
Y la Tierra se durmió.
El viento es como un suspiro;
Sólo un murmullo es el mar;
Las estrellas en el cielo
Abren rosas de cristal.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
50
Todo duerme, hijito mío.
Sólo está alerta mi canto,
Mientras pía tristemente
Algún pájaro extraviado.
Tú también te irás durmiendo
Mecido por mi cantar.
Como se duerme la Tierra
Soñando en la eternidad.
Que cuando ya estés dormido,
La lunita bajará
Para prender en tu sueño
Una rosa de cristal.
Canción De Cuna N. a II
Este niño mío
Se durmió en mi falda :
Bogita mimosa
Prendida a la rama;
Estrella friolenta;
Pajarito inquieto,
Que vuelve a su nido
Cansado de vuelos.
Bien apretadito
A mí se durmió,
En sus ojos Luna
Y en su boca Sol.
Sonriendo de dioha
Como un querubín.
El pequeño mío
Be ha dormido en mi.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
51
Canción De Cuna N.* III
Duérmete, hijo mío;
Duerme sin temor.
Velando tu sueño
Va mi corazón.
Queda entre tus manos,
Cual trompo rubí,
Fruto que en mi vida
Late para ti.
Orquídea de amores,
Cajita de música.
8i entre tus manitas
Nerviosas lo estrujas,
Te dará canciones
T miel maternal,
Porque es todo tuyo
Mi amante panal.
Duerme niño mío;
Duerme sin temor.
Velando tu sueño
Va mi corazón.
Canción De Cuna N.* IV
Arrorró mi niño,
Capullo de luz
Que bajó a mi rama
Desde el cielo azul.
Va todo se duerme.
Porque duerme el Sol,
La Tierra ha apagado
Bu inmensa canción.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
52
Las niñas espigas
Dormiditas van
En los brazos de oro
Del padre trigal.
Las ramas sostienen
Los nidos dormidos,
Y el viento gigante
Se duerme en los pinos.
Las olas buscaron
La materna playa
Y en ella se duermen,
De jugar cansadas.
Todo se ba dormido,
Hijito, en la Tierra.
Se hizo el silencio.
Tan solo golpea,
Jugando, en los aires,
Mi cantar de cuna,
Con notas de besos
Y acordes de luna.
Duerme, hijito mío,
Te ciñe el silencio
De la Tierra madre,
Que es trompo con sueño.
Canción De Cuna N.° V
Duérmete mi niño,
Que apenas te duermas,
Vendrá Blanca Nieve,
Vendrá Cenicienta;
El patito feo,
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
53
Los siete enanitos,
El gato con botas,
Y el bnen Pulgarcito.
Jugarán contigo,
T en su ronda alada
Danzarán las silfides,
Cantarán las badas.
Duerme, niño mío.
Sólo si te duermes,
Vendrá Cenicienta,
Vendrá Blanca Nieve.
T el mundo encantado
Que está tras del sueño,
Bajará a tu lado
Con su ideal cortejo.
Duérmete, mi niño,
Que si duermes pronto,
Junto a tu cunita
Danzarán los gnomos.
¿Por qué?
¿Que por qué en juego de alada armonía*
Como los cristales de un gran surtidor,
Se elevan los versos; que por qué en mi pecho
Canta el corazón?
¿Que por qué la senda se ha tornado fácil
Y es mi boca nido de clara sonrisa?
¿Que yo ayer tan seria, que yo ayer tan triste,
Me he tomado niña?
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
54
¿El por qué? ¿La causa de todo este hechizo?
¿El dulce secreto del suave milagro?
7o no lo poseo porque está en la gracia
De este niño mío que duerme en mi» brazos.
Por él soy la niña que cree en los Beyes;
Por él soy caricia y alada canción,
7 para que juegue, cajita de música,
Le di el corazón.
No me pertenezco, ya soy de este niño
Tan frágil, tan puro que duerme en mis brazos.
Preguntadle, el sólo podría deciros
Por qué río y canto.
K a r m a
Ha tiempo, {muchos siglos! en vidas muy lejanas.
De las que sólo rastros registra el subconsciente,
7o te cité a esta vida, yo te cité a mi vida,
Soñando ser custodia de tu alma celeste.
7 así un lazo anudamos, un lazo fuerte, tanto
Que los siglos — puñales — cortarlo no pudieron.
Yo te cité a esta vida, yo te cité a mi vida,
Para darte por cuna de ternura mi cuerpo.
Fué una cita de almas, tan lejana que el eco,
A través de los siglos, pequeñín, perduró.
La conciencia vislumbra y el cerebro no sabe.
Mas lo sabe y lo siente todo mi corazón.
7 llegaste colmando de éxtasis mi vida;
Por la cita suprema en mis brazos estás;
Tu cuerpo milagroso me embriaga de ternura
7 tus labios de mieles balbucean: Mamá.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
95 —
Entre todo regazo de mujer, entre todo,
Solamente en el mío tú podías dormir;
Yo te estaba esperando y era toda armonía;
Y era la luz sin nombre, la que no tiene fin.
Yo llegué, y tú llegaste por senderos sutiles;
Estábamos seguros los dos de nuestro encuentro,
Porque con el Amado pactamos reencontrarte,
Para formar los tres el acorde perfecto.
Yo bendigo el instante en que te dije “Espérame**;
Yo bendigo la cita que hace siglos te di.
Por ella, de entre toda mujer tú me elegiste,
Y por ella en mi seno te inclinaste a dormir.
Dios bendiga la cita que se pierde en los tiempos;
Por ella, niño mío, ya en mis brazos estás;
Por ella se ha trocado en tu nido mi falda
Y tus labios de mieles balbucean Mamá.
¡Upa!...
Mi niño ensaya sus pasos,
Sus torpes pasos, con miedo:
Pajarillo temeroso
Que ensayara el primer vuelo.
De pronto la débil planta
Vacila y oon torpe gesto,
El medroso pajarillo
Da de bruces en el suelo.
|Upa(... le grita mi alma;
(Upa!... dice el corazón.
|Upa! canto de energía
Que es luminoso excelsior.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
96
Arriba, mi paj arillo,
Que aquel que caminar sabe,
Aprender debe la ciencia
Divina de levantarse.
T al ver mi clara sonrisa,
Mi nene el puchero quiebra
T del suelo se levanta
Con una energía nueva.
¡Ah, si pudiera mi vida
Ir contigo en el sendero;
Vigilar toda tu marcha
Como en los días primeros!
Cuando cayeras, doliente,
To, atenaceando mi angustia,
Con una clara sonrisa
Te diría; Hijito, ¡Upa!
Y si ya el postrero viaje
A Dios hubiera emprendido,
Te dejara el corazón
Para que marche contigo.
Que si vacila tu planta,
Mi vida, que es toda tuya,
Pudiera, con toda el alma,
Chitar a tu lado: ¡Upa!...
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
57
Romances Para Mi Niño.
SÉ HALCONERO
Sé halconero de estrellas, hijo mío.
Adiestra el mago halcón de tns ensueños,
T lánzalo al azul a lograr astros,
En un sublime, en un triunfante vuelo.
¿Que llega derrotado porque escasas
Son sus fuerzas? No importa. Haz que de nuevo
Se eleve hasta el azul a asir la estrella
Que brilla para tí, dulce halconero.
Una noche verás que se realiza
El portento magnífico. El halcón
Traerá en el engarce de su pico
Un lucero de cálido fulgor.
Es el tuyo. . . Por él toda tu vida
Se aromará de luz y de quimera,
Halconero triunfal que lograr pudo
El milagro radiante de su estrella.
Las Islas
Las islas son niñas, niñas prisioneras
En la falda inmensa y celeste del mar,
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
58
Que les brinda bellos, graciosos juguetee,
Para que no extrañen su gran soledad.
Las viste con trajes de oscura cretona,
Cien motivos suaves de musgo les da,
T adornos de mil caracoles de nácar
7 ajorcas graciosas de raro coral.
De lejos les traen las olas viajeras,
Bonitas echarpes de cándida espuma,
Que el mar amoroso a sus pétreas gargantas,
En fiesta de locas tormentas anuda.
Les vuelca en la falda gaviotas alegres,
Que en bellas bandadas las ciñen, traviesas,
7 las islas niñas las mecen lo mismo
Que si fueran lindas, vivientes muñecas.
Las islas son niñas, niñas prisioneras
En el hondo abrazo celeste del mar,
Que inventa mil bellos, vivientes juguetes,
Para que no extrañen su gran soledad.
Plegar ia Por El Pájaro
Tira lejos esa honda,
Niño mío.
La honda quiebra los vuelos
7 hace enmudecer los trinos.
La honda siembra tristeza
Infinita en los ramajes;
Por sus pajarillos muertos,
Lloran de angustia los árboles.
MARUJA AGUIAR DE MARIANt
59
Tira lejos esa honda;
Que tus manos,
Esas lindas manecitas,
No den la muerte a los pájaros.
Que el pájaro, niño mío,
Es tu hermanito menor;
Es como tú la alegría,
Como tú, vuelo 7 canción.
Quebrar la vida de un pájaro
Es robar la nota inquieta
A la inmensa sinfonía
De la gran naturaleza.
Sé su amigo, niño mío;
Sé su amparo y protección;
Dale toda la ternura
De un buen hermano mayor.
Mi pajarillo, entre todos
El más bello y más inquieto :
Sé amor para tus hermanos
En armonías y en vuelo.
Respeta sus vidas frágiles,
Que son como tú la aurora.
Mi pajarillo travieso:
{Tira lejos esa honda!
El Huevo
El huevito es cajita de magia,
Sin resortes, sin tapa ni llave.
Sin embargo, llegado el momento,
La graciosa cajita se abre. . .
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
60
¿Qué se oculta en su seno? Anhelante
Y embriagada de amor maternal,
La gallina oye dentro una música:
Pi, pi, pi... . Buenos dias, mamá.
Y la rara cajita-sorpresa,
Sin resortes, sin tapa ni liare,
Juguetito de magia encantado,
Lentamente se abre, se abre. . .
De su seno, viviente sorpresa,
Ovillito de oro solar,
Surge un rubio pollito exclamando:
Pi, pi, pi. . . Buenos días, mamá. . .
El Viento
El viento es un niño, un niño gigante,
Muchacho travieso, indómito, alegre.
El cree que el cielo y la Tierra se han hecho
Para que en sus manos sean un juguete.
Levanta las nubes de grises vellones,
Se las lleva lejos, luego, irreverente,
Al cielo le pone una inmensa peluca
De claros celajes, flexibles y leves.
Levanta las olas, y luego, silbando,
Las deja al abismo celeste caer;
Sacude sus manos, riendo, travieso,
Y libre de cargas se lanza a correr.
Deshoja las rosas y una por una
Da al aire sus alas porque el postrer pétalo
Le dirá si el hada Brisa, frágil niña,
Amará algún día a este niño inmenso.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
61
Sopla en las veletas, que giran y giran,
Y el bnen viento ríe viéndolas danzar;
Es su risa fusta que azota iracunda
El ramaje oscuro del vasto pinar.
Convierte en columpio las aspas inmensas
Del viejo molino, y es el surtidor
Un trompo que danza, bajo la gran chaura
De su loco aliento, como un corazón.
El viento es un niño, un niño gigante
Sediento de juegos. El cree que el mar,
La Tierra y el cielo se ban hecho tan solo
Para que con ellos se ponga a jugar.
La Estrella
A cada ser Dios regala,
Al nacer, brillante estrella.
Todos tenemos un astro
En la sideral pradera.
Ese lucero nos sirve
De norte en la noche umbría;
Es gema que has de engarzar
En el oro de tu vida.
Para que enjoyes de luz
E idealismo tus ensueños,
Dios te ha dado, hiiito mío,
Ese diáfano lucero.
Y si quieres arribar
Al País de la Belleza,
En tu viaje por el mundo
“Ata tu carro a esa estrella”.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
62
La Campana
La campana es una abuela
Que tiene tan solo un diente;
Se encuentra muy preocupada,
Porque siente que se mueve,
Que va y viene en loca fiesta
Golpeándole las mejillas,
Sin escuchar los lamentos
De la pobre viejecita.
Misia Campana está triste;
Y es que a cada instante teme,
Tan fio jo como se encuentra,
Perder su dulce diente. . .
La Mariposa
Mariposa siempre inquieta,
Banderita de colores,
Libro de cuentos do estudian
Los enanos sus lecciones.
Z1 hada Luna suspira
Por un alfiler de sol.
Para llevarte en su pecho
Como un bello prendedor.
Cometa ideal, que los gnomos,
Con piolín de azur remontan;
Luoerito diminuto
Parpadeando entre las rosas;
Suspiro que se hizo ala
Para encantar al vergel;
MARUJA AGUIAR DE MARiANI
63
Pétalo de rara orquídea,
Lira, verso, luz y miel.
as Siete Hermanitas
Siete hijitas tiene Enterpe:
Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si.
Enlazadas dulcemente,
No se cansan de reir.
Juegan a darse un abraso
En un acorde armonioso;
Juegan a correrse, alegres.
En una escala, i Qué gozo
Sienten las notas inquietas!
Se dispersan, se entrelazan,
Se aquietan cuando un silencio.
Severo, las amenaza.
7 en una fiesta de tonos
Que se eleva hasta el zafir,
Cantan las siete hermanitas:
Do, re, mi, fa, sol, la, si. . .
Don Conejo
Don Conejo salió de paseo
Por los campos cubiertos de soL
Sus orejas muy largas se hierguen
En un gesto de gran precaución.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
64 .
Se dijera, al mirarlas tan tiesas,
Los dos brazos de un móvil oompás,
Que señalan un ángulo obtuso
O una V sobre el rubio trigal.
Don Conejo se va de paseo. . .
¡Cómo brillan, colmadas de sol,
Sus pupilas rubíes do vueloa
La amapola su bello rubor!
Ríe el campo mirando al paseante,
Que entre frágiles, rojas verbenas,
Va marcando un gran ángulo agudo
Con sus tiesas y largas orejas.
La Montaña
La gran señora Montaña
Tiene peluca de nieve,
Un batón de rocas grises
Y un gran moño de edelweis.
Tiene un cinturón de pinos
Que le circunda los flancos,
Un bonito chal de liqúenes
Y grandes gafas de lagos.
En el ruedo de su pétreo,
Su pintoresco batón,
Tiene adornos de casitas
Enjoyadas de áureo sol.
A veces, misia Montaña,
Por una pena secreta,
Llora frías, tristes lágrimas
Por sus ojos de neveras.
MARUJA AQUIAR DE MARIANI
65
Mas en los días dichosos
Que viste galanos trajes,
Triscan rebaños inquietos
En sus faldas maternales.
Y acuna llena de dicha,
Mirando siempre al zafir,
Los rebaños de corderos
Y el idilio pastoril.
La gran señora Montaña
Tiene peluca de nieve,
Un batón de rocas grises
Y un gran moño de edelweis . . .
Los Patitos Van De Paseo
Copitos de lana rubia,
Los lindos patitos van
Buscando, con torpe paso,
La laguna de cristal.
Madre pata va delante
Guiando la caravana,
Que por el césped, traviesa,
Picoteando se derrama.
Aquí caigo, allá levanto,
iQué torpeza para andar!
La madre, toda apurada,
No cesa de rezongar.
Pero los lindos patitos,
Tan rubios como el buen sol,
Avanzan sin inmutarse
Ante el materno clamor.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
66
T es que saben los pequeños
Que después de tanto afán,
Han de tener como premio,
La laguna de cristal.
El Ciprés
El ciprés es un gigante
Orare, severo y ceñudo;
Se hiergue, envuelto su cuerpo
En triste gabán oscuro.
Mas Setiembre es atrevido»
T al gigante no respeta.
Le pone corbata de oro,
7 después, con hechicera
Gracia, de bonitos nidos
Colmando, travieso, va
Los cien bolsillos inmensos
Del pardo y triste gabán.
Canción Del Botoncito De Nácar
Eramos doce hermanitos.
Doce botones de nácar,
Con caras de luna llena,
Redonditas e irisadas.
Eramos doce hermanitos
Bien sujetos a un cartón,
T así juntos, una tarde,
El tendero nos vendió.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
67
La mano de una modista
Nos separó sin piedad.
¡Cnanto lloramos entonces!
¡Tenernos que separar!
Eramos doce hermanitos
¡Qué alegría sin igual!
Eramos doce hermanitos
T hoy muero en la soledad.
El Benteveo
Benteveo, Benteveo,
Que es un gran madrugador,
Ha abandonado su nido
Con la salida del Sol.
Cuidadoso, se dispone
A preparar su vestido,
Alisando con primor
Su lindo peto amarillo.
Prende en el pico el capullo
De su canto: “benteveo”,
T después de contemplar
Su tocado, con esmero
Se coloca en la cabeza,
En gesto de gracia suma,
Entre plumajes de oro,
Su coronita de luna . . .
El Cardenal
Para salir a paseo
El cardenal, presuroso,
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
68
Be pone con gracia suma,
Su lindo bonete rojo.
Es un gorrito encamado
Color de la flor de ceibo.
Parece un rubí de plumas
O un corazón de muñeco.
Lindo bonete encamado
Que le da aspecto de gnomo;
Ascua roja y fulgurante
Como un rubí milagroso.
El cardenal, de paseo
Con él se va muy alegre,
Cual si llevara un airón
Tejido con sol poniente;
Airón que luce los tonos
Del ibisco y del malvón,
Bonetito de juguete,
Ascua, gema, llama y flor.
Canción De La Gota De Agua
Soy la gotita de agua,
Martillito de cristal,
Lindo mundo de juguete
Perdido en la inmensidad.
Subo y bajo en loco juego;
Voy al cielo, luego al campo;
Lavo la cara a las hojas,
La sed, dulcemente, apago.
Hoy en el pétalo frágil,
Mañana en doliente herida;
MARUJA AGUIAR DE MARIANt
69
Hoy en la nube viajera,
Más tarde en la inmensa cima.
Nieve y hielo, escarcha y loco
Granizo, leve rocío.
Hoy en las aguas del mar,
Después en el manso río.
Hoy en la charca doliente,
Mañana en la fuente pura.
Soy cascada bulliciosa,
Soy la nieve de la altura.
Multiforme, multialada,
Inasible y siempre nueva,
Soy la misma, sólo cambio
De forma, nunca de esencia.
Hielo, vapor y rocío,
Escarcha, granizo y nieve,
Soy el agua multiforme,
Siempre alada y niña siempre.
Soy la gotita de agua,
Martillito de cristal,
Soy mundo liliputiense,
Viajero en la inmensidad.
ececito Platea
El pececito de plata
Juega, travieso, en la fuente;
Finge un rayito de luna
En un cielo de juguete.
Eléctrico submarino
Para un mar de Liliput;
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
■ 70
Nerviosa joya de plata
En un gran estuche azul.
Agujita de crochet
Que apresa sedas de espumas,
En una labor de nácar,
En una labor de luna.
Punzón que dibuja ojales
En la tela azul del agua,
Juega que juega en la fuente,
El pecedto de plata.
El Pollito
La cajita de sorpresa
Del huevo se abrió de pronto,
7 salió un lindo pollito,
Con traje color de aromo.
Mira inquieto y asombrado
La casita que dejó,
T el mundo que le rodea,
Que es como un huevo mayor.
Tiene linda caperuza,
7 yo mirándolo creo
Que es algún gnomo escapado
De los libritos de cuentos.
La cajita de sorpresa
Del huevo recién se abrió,
7 salió un lindo pollito
Todo vestido de soL
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
— 71
Romance Del Arbolito
Que Tiene Tutor
Hay frente a mi casa,
Verde centinela,
Un pequeño árbol
Qne tiene niñera.
Es tan peqneñito
Qne no va a la escuela,
Y eso que ya tiene
Gorra de hojas nuevas.
Paradito siempre
Frente a casa está,
Lleno de gorriones
Su pardo gabán.
El se cree grande,
Sueña ir a la escuela,
Pero es tan chiquito,
Que tiene niñera. . .
El T r é b o i
Tres deditos tiene el trébol
Tres deditos recortados;
A algunos, por excepción,
A veces les nacen cuatro.
Y se quedan muy abiertos
Fingiendo el punto de crus
De un canavá de gigantes,
Molino de Liliput.
Tres deditos tiene el trébol,
Durante el día extendidos;
TRILOGIA OE LA MATERNIDAD
72
En la noche replegados,
Gomo el puñito de nn niño.
Tres deditos tiene el trébol,
Tres deditos, nada más.
Aquellos qne tienen cuatro
¡Qué orgullosos estarán!
Romance Del Alamo
y El Nido
El álamo gigantón
Juega lo mismo que un niño;
Juega a llevar a babuchas
La carga frágil de un nido.
Entre sus ramas, seguro,
El nido alegre se mece,
Protegido por las hojas,
Que son cien mil manos verdes.
Olvidado de su rol
De gigante centinela,
Con su carga de pichones,
Feliz, el álamo juega.
Cristobalón del sendero,
Oigante de alma de niño,
Lleva a babuchas, gozoso,
La frágil carga del nido.
La Familia Gallínee
La gallina bataraza,
De negro 7 blanco batán,
MARUJA AGUIAR OE MARIANI
73
Va a dar un lindo paseo
Con su rubio batallón.
Posee doce pollitos;
Son, Señor, una docena;
6on doce pompones rubios.
Vivientes borlas de seda.
Van piando, temerosos,
En tomo a la bataraza.
En una línea ora recta,
Ora curva, ora quebrada.
La señora Bataraza,
Esta mañana de sol,
Va a dar un lindo paseo
Con su rubio batallón.
La Llama
Juega, juega la llamita,
Estandarte de fulgor,
Vela roja desplegada,
Sobre un lago de carbón.
Pulpo de cíen locos brazos
Que se anudan, que se quiebran.
Que se alargan, juguetones,
Soñando lograr su presa.
Mano de dedos inquietos,
Banderita hecha jirones,
Tela de mágica araña,
Rubí de inquietos fulgores.
Arbolito de coral
Que extiende móviles ramas.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
74
Motivo de ñandutí
De una encajera fantástica.
En una fiesta de rojo
Snbe la traviesa llama,
Pájaro de alas punzó
Que está preso entre las ascuas.
7 aunque ese sueño de espacio
Consuma su frágil vida,
Sueña volar a la luz.
Bien arriba, bien arriba.
Porque en lo alto, muy alto,
En el predio azul de Dios,
Vió girar ceñido en llamas,
El rojo trompo del sol.
Pececito Rojo
El pececito rubí.
Pétalo de rara flor,
En el centro de la fuente
Finge un vivo corazón;
Corazón para muñecas
Que se cayó en el acuario,
Puñalito de juguete
Del país de los enanos;
Mancha nerviosa de lacre,
Plegadera de coral,
Que va abriendo en loco juego
Las páginas de cristal;
Flor de ceibo que en la fuente
Va nadando caprichosa ;
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
75
Ala traviesa, perdida
Por un ave fabulosa;
Puñalito de juguete
Que hiere el regazo azul,
Aguja eléctrica y viva
Con cien reflejos de luz;
En la fuente, entre nenúfares,
Va el pececito rubí,
Punzón que hiere, travieso,
El canavá de zafir.
Pincelada de ocre vivo,
Juguetito caprichoso,
Tiene reflejos de iris,
Tiene reflejos de oro.
Como una agujita inquieta
En las aguas de zafir,
Va y viene hilvanando espumas
El pececito rubí.
El Arbolito
Arbolito del gran patio
De mi escuela, estás parado
Frente a mi clase y pareces
Alumno de primer año.
Eres un niño estudioso.
Siempre te oigo repetir,
Con tus gorriones alegres,
Las silabas pi, pi, pi. . .
Escuchas a mi maestra
Frente a la clase parado,
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
76
Y eres, más que un arbolito.
Alumno de primer año.
Canción Del Copito
De Nieve
Danza alegre de la nieve,
Danza de nevados pájaros:
Allá arriba, la lunita
De cristal, se hizo pedazos. . .
Cae un billón de copitos,
Maripositas de albor.
£1 paisaje se arrebuja
En un inmenso edredón.
La luna llena en el cielo,
Sin pensarlo se hizo trizas
V con sus albos fragmentos
Cubrió toda la campiña.
T las estrellas coquetas
Sollozan con desconsuelo,
Que para ver su belleza
Ya no tendrán más espejo.
Danza alegre de la nieve,
Danza de nevados pájaros:
Allá arriba, la lunita
De cristal, se hizo pedazos.
Ideal Derrota
■•fuérzate en vencemos, hijo mío.
Ese es tu deber.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
77
Te dimos lo mejor de nuestras vidas:
Debes vencer.
Has de lograr las cumbres que soñamos
Una vez escalar;
Has de mirar más lejos que nosotros:
Debes volar.
T sólo derrotándonos, pequeño,
Lograrás ese goce
De proclamamos, por la ideal derrota,
Supremos vencedores.
Gallito Blanco
El señor gallito blanco
Tiene una cresta punzó,
' Media luna de juguete
Con piquitos de festón.
Hoz sangrienta que se hiergue
Si el gallito está enojado,
Y que en horas de bonanza
Es una gorra de vasco.
Fez recortado en cretona
Para el gallito sultán;
Guadañita de juguete
Que no ha aprendido a segar.
El señor gallito blanco
Luce orgulloso su cresta,
Que en su cabeza nevada
Tiene fulgores de tea.
Y avanza lo más orondo
Con esa boina punzó,
TRILOGIA DE LA MATERNIOAO
78
Que es guadaña, media luna,
Ascua, tea, fez 7 hoz.
Logra Estrellas
Hijo mío, tienes temple
De soberbio cazador;
En una audaz, fuerte águila,
Convierte tu corazón.
Aguilucho milagroso,
Aguilucho del ideal,
Busca presas de luceros,
Aves de la inmensidad.
Aguilucho milagroso:
Las presas de acá desdeña.
¿Quién en la tierra cazara
Si puede lograr estrellas?
Adiestra tu corazón
T lánzalo al infinito.
Ta verás cómo te trae
Un astro preso en el pico.
Después. . . después, niño mió,
Seguirás soberbias sendas,
Alumbradas triunfalmente
Por el fulgor de esa estrella.
Así Te Soñé Yo
Hijo, escucha: tú eres el divino
Constructor de tu vida.
MARUJA AGUIAR OE MARIANI
79
fias de ella una estatua, frente al cielo
T a los astros erguida.
Cuida todo detalle, que el artista
No desdeña ninguno.
Sé una estatua soberbia, vigorosa,
De mármol impoluto.
T levántate así frente a la vida,
Sereno, sin temor;
La frente bien erguida hacia los cielos;
Que la acaricie el sol.
No te olvides que tú, hijo, tú solo
Has de crear la obra.
Dale todo tu amor, toda tu alma,
Y la verás gloriosa.
Así 70 te soñé, pequeño mío,
Y así sé que serás:
Todo mármol el cuerpo y animado
Por un alma inmortal.
Cuerpo recio y espíritu con alas,
Así te soñé yo.
¡Ah! no te olvides que la estatua tiene
Que tener corazón.
Aprende Tu Lección
No pases por la vida inútilmente:
Aprende tu lección,
Que al final del camino, tu experiencia
Te pedirá el Señor.
De acuerdo con tus fuerzas, tu tarea
Elige, que en la ciencia, en el taller,
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
80
Sobre el surco, en el arte siempre se
Una ocasión de realizar el bien.
Investiga y observa. No te olvides
Que al final el Señor,
Maestro de la Vida, ha de pedirte
Que digas la lección.
Y | ay de ti! si tu tiempo derrochaste:
Volverás al dolor
De vivir tantas veces cuantas tardes
En saber tu lección.
«N o Te Des Por Vencido
Ni Aun Vencido»
Sobre las briznas de la flor trizada,
Alza la gracia alada de otra flor;
Sobre las ruinas de un ideal deshecho,
Pon, sin duelos ni angustia, el corazón.
Es tu deber buscar nuevos senderos.
¿Que se entrecruzan; que tú siempre ignoras
Al final de qué senda o qué camino
Te espera con sus lauros la victoria?
No importa. ¡A conquistarla! Los fracasos
No han de quebrar tus alas, que nacieron
Para abrirse soberbias, milagrosas,
Bajo la comba, toda luz, del cielo.
Levántate, hijo mío, del fracaso.
Sobre la gracia muerta de una flor,
MARUJA AQUIAR DE MARIANI
81
Arquitecto de ensueños y esperanzas,
Pon la piedra angular del corazón,
7 alza tu torre de marfil augusto
Poniendo el corazón en esa empresa,
7 llegará una noche de milagro,
Con su cúpula de oro, a las estrellas.
Realiza
Si tú quieres triunfar, hijo, realiza;
Haz las cosas. La vida es toda acción.
El triunfo es de aquellos que trabajan
Bien alegre y ligero el corazón.
Si tú quieres triunfar, hijo, realiza;
La vida no se da, debes lograrla.
Si la miras dudando, si vacilas,
Serás último ; aquel que se retrasa
No logrará las flores milagrosas
Que se abren, impolutas, en la cima.
Si deseas triunfar, trabaja siempre;
Si deseas vivir, siempre realiza.
La Casita De Las Llamas
La casita de la homalla
Es encantada mansión;
Las llamas que en ella danzan
La decoran de punzó.
Tiene un corredor muy largo
Que va hasta la chimenea,
TRILOGIA DE LA MATERNIDAO
82
Por la que sube danzando
Don Humo, basta la azotea.
Tiene también piso bajo,
Que habita doña Ceniza»
Con linda puerta a la calle
De la enlosada cocina.
La casita de la homalla
Guarda un mundo en su interior;
Allí viven las llamitas,
Con su padre, don Carbón.
¡T cómo juegan felices !
Destrenzan sus rizos áureos,
T luciendo bellas túnicas
De ardiente tul encamado,
Se elevan en fiesta alegre,
Chisporroteando de risa,
Mientras las ascuas aplauden
Restallando de alegría.
Juegan las llamitas locas
En su casa de la homalla»
Sueltas al viento, graciosas,
Sus cabelleras doradas.
Y cantan tejiendo rondas
Y ríen ebrias de dicha
Por las mil bocas inquietas,
Luminosas de sus chispas.
Espera. . .
¿Que el dolor te golpea y el fracaso
Cruel te acecha a lo largo de tu empresa?
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
: 83
Ho desmayes, no dudes del triunfo.
Espera. . .
Espera, que jamás quedó el esfuerzo
Sin conquistar el anhelado lauro.
El triunfo es más grande y más hermoso,
Cuando sigue al fracaso.
Haga con la derrota una ballesta
Tu firme, inquebrantable voluntad,
T pon en ella el corazón herido,
Que el dardo llegará.
Ho desmayes, no llores tu fracaso,
ni rumies tu impotencia.
Sea tu corazón el nuevo dardo
Y la voluntad, ballesta.
Pollito De Incubador
Pollito de incubadora
Se siente muy desgraciado.
¡Pobre pollito de inclusa.
Sin cariño y sin amparo !
Apenas dejó, curioso,
La linda caja del huevo,
Se vió solo y ¡tan chiquito
Frente al mundo, que es inmenso !
Mira a otros pollos felices
Que tienen a su mamá,
Y una mamá da dos alas
Cual las del ángel guardián.
Una mamá es sacrificio,
Es amparo y protección.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
— 84
Los pollitos son racimos
Bajo sus alas de amor.
Los pollitos son espiga
Qne en el día se desgrana,
7 por la noche se aprieta.
Mimosa, en las tibias alas.
Pollito de incubadora
No tiene quien lo defienda,
T aunque solloce ¡Mamá!
Ninguna voz le contesta.
Los pollos adolescentes
Lo golpean y lo empujan.
Nadie viene a defenderle:
Es pollito de la inclusa.
Y su nodriza mecánica
Mira sin ver su dolor.
Se olvidaron de ponerle
Un materno corazón.
Y aunque es inmensa gallina,
Que en sus bolsillos mantiene
A sus hijitos postizos
Bien calientes,
Falla en la parte más noble;
Que su ingenioso inventor
Ha olvidado colocarle
De una madre el corazón.
Por eso es que sólo atiende
Á incubar cientos de huevos.
De pollitos que despiertan
Sus bolsillos tiene llenos.
Mas como madre mecánica
No le pidáis nada más.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
— , 89
Por eso llora el pollito
El dolor de su orfandad.
Por eso es que los mayores
Del pobrecito se abusan:
No tiene quien lo defienda,
Que es pollito de la inclusa. . .
El Canario
Juguete leve y gracioso,
Juguetito de oro vivo,
Linda cajita de música,
Toda colmada de trinos;
Bayito de sol alado,
Orquídea armoniosa y rubia,
Linda saeta encantada,
Juguete vivo de plumas;
Bello gnomo engalanado
Con caperuza de oro:
Prisionero en tu palacio,
Tu ñandutí primoroso
De cantos tejes y tejes,
Frágil y lindo canario,
Orquídea graciosa y móvil,
Bayito de sol alado.
Historia Curiosa
Pastorcito de madera
Se casó con la zagala.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
86
Bajo la sombra de un pino
Alzaron su linda casa.
Ella prepara el almuerzo,
Cuida el hogar y la huerta,
Y él lleva al campo el rebaño
De ovejitas de madera.
Cuando se acerca la noche,
A su casita regresa,
Donde le aguarda impaciente
La zagala, ante la puerta.
Guarda el pastor, cuidadoso,
En el corral las ovejas,
Y penetra canturreando
En su casa de madera.
¡Qué dichoso son los dos,
Mi pastor y mi zagala,
Que elevaron bajo el pino
Su linda casita blanca!
a Lunita Coquet
La Luna Luna redonda,
En el espejo del agua
No se cansa de mirar
Su linda cara plateada.
Le habla el cristal del hechizo
De su faz de Colombina.
La Luna Luna escuchándolo
Sonríe con picardía.
Con el cisne hecho de nubes
Empolva su blanca faz,
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
87
Y de nuevo se contempla
En las aguas de cristal.
El cisne luego sacude
En la celeste polvera,
Y salpica el cielo inmenso
Oon albo polvo de estrellas.
El Sauce
Surtidor de tiernas hojas,
Lluvia leve de verdor,
Extraña luz de Bengala
Que fuera a buscar al sol
Y que cae hacia la tierra
En melancólica lluvia
De ramas lánguidas, lacias,
En balanceos de cuna;
Paraguas verde del lago,
Quitasol de las verbenas,
Cohete glauco que se abre
En un haz sobre la tierra,
El sauce hiergue su cuerpo
En tanto que su cabeza,
Bajo el peso de un ensueño,
Sobre el lago se doblega.
Habla El Agua
Niño, hermano en alegría,
Hermanito en ilusión:
TRILOGIA OE LA MATERNIDAD
86 —
Lo mismo que el tuyo es diáfano
7 puro mi corazón.
Niño, hermano en alegría,
To soy el agua fraterna;
La que se derrama en lluvia
Sobre la tierra sedienta;
La que juega en los cristales
Convertidos en tambor;
La que da siete colores,
Si alegre la besa el sol.
Soy frescura en el verano;
Las buenas raíces pardas,
Mientras me beben ansiosas.
Me llaman hermana agua.
Soy la nieve de las cimas,
Soy el hielo de los polos,
Soy la nube volandera
Y el vapor, airón gracioso.
Beso y río, danzo y juego,
Soy imponente en el mar,
En los lagos soy serena
Y en las fuentes soy cristal.
Niño, hermano en alegría;
Niño, hermanito en candor:
Lo mismo que el tuyo es diáfano
Y puro mi corazón.
Ama, Hijo Mío
Si quieres comprender la vida, ama.
Sólo el que ftrna comprende.
MARUJA AQUIAR DE MARIANt
89
Entre manos amantes, como un fruto,
La vida entera se ofrece.
Si la sabes amar, las cosas todas
Te darán sus secretos;
Si la sabes sentir, la vida misma
Será en ti como un verso.
Será límpida y suave en su inocencia
Milagrosa de flor,
Gomo brotada para ti de manos
De Aquel que es el Amor.
Más que en los libros, en el sentimiento
Tu sendero hallarás ;
Nada tiene secretos para el alma
Que en amores se da.
Si quieres oomprender, ama, hijo mío.
Que entre tus manos, como ñor alada,
La Vida se abrirá para ofrecerte
Su secreto de amor, porque la amas.
Granito de Polen
Soy el granito de polen,
El corazón de una ñor;
A babuchas de la abeja,
a un mundo de vida voy.
Boy el granito de polen.
Dorado balón de enanos,
Beso alado de ternura
En la tosca faz del campo.
Soy globito de juguete.
Aeronauta de ilusión,
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
90
Van en mi buscando amores
Los ensueños de una flor.
Soy el granito de polen,
Pnlvícula volandera,
Juguete de Liliput,
Ensueño de primavera.
Por mi una flor logrará
El fruto en materno goce.
Soy un corazón con alas,
Soy el granito de polen.
No Hieras...
No hieras con tus palabras,
Que no hay herida mayor :
La palabra es un puñal
Que va recto al corazón.
Puñalito de juguete
Que puedo matar un sueño,
Tiene una hoja invisible
Pero hiere muy adentro.
No hieras con tus palabras;
Es preferible el silencio,
Porque una vez pronunciadas
Ya no las borra ni un beso.
Que no se manohe tu boca
Con la palabra que hiere,
Y verás en tomo tuyo
Paz y amor, supremos bienes.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
, 91
Tramonto
Bajo el hondo cielo azul,
El río qnedó dormido.
Entre la chanra de espumas,
Que finge nevados rizos,
Brilla el trompo de la boya
Que le asoma del bolsillo,
7 que de tanto bailar
También se qnedó dormido.
Aún en la orilla se ven,
Sobre la arena olvidados,
Los juguetes diminutos:
Caracoles irisados.
Jugó a llenarlos de música
7 a dictarles su canción
Llenando las espirales
Que forman su corazón.
Tanto jugar y jugar,
El río quedó dormido.
Brilla el trompo de la boya,
Que asoma por su bolsillo.
7 el río niño, soñando
Ensaya blanca sonrisa,
Cuando la brisa al pasar,
Jugando le hace cosquillas.
7 es su sueño tan tranquilo
Frente al cielo tan sereno,
Que el cielo parece el río
7 el río parece el cielo.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
82
Sé un Huerto Cerrado.
Sé un huerto cerrado
A todo rumor;
Así a tu silencio
Llegará la Voz.
La turba el bullicio
Loco de la vida;
Los que van de fiesta
No pueden oírla.
El que va de prisa
No sabe esperarla;
Quien busca placeres
No sabe encontrarla,
Porque ella resuena
Sobre el corazón
Guando se ha acallado
Del mundo el rumor;
Guando las pasiones
Malsanas no aúllan:
La Voz sólo pide
Silencio y dulzura.
Y así en el silencio
Del mundo interior,
Se hace armonía,
Se hace canción.
Todos los rumores
En tu vida acalla;
De silencio enjoya,
Mi niño, tu alma.
Guando así lo hagas,
En tu corazón
Oirás, extasiado,
La celeste Voz.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
93
Romance de la Flor de Cinco Pétalo»
Mi nene tiene una flor,
Una flor de cinco dedos,
Apresada está en la red
De sus cinco dedos pétalos.
Mi nene tiene una ñor
Con cinco deditos leves;
Las dos ñores un rosado
Suave y delicado tienen.
La ñor es carne de seda,
La mano carne de rosa;
Las dos son manos amigas,
Las dos son flores graciosas.
Flor manita delicada
Con cinco frágiles dedos;
La manita de mi nene
Finge ñor de cinco pétalos.
Las dos huelen igualmente
A frescura y a inocencia;
Las dos están enjoyadas
De mañana y primavera.
Quiero besar la manita,
Y, cegada por el sol,
Pongo mi beso no sé
Si en los dedos o en la flor.
Porque las dos son iguales:
Una es flor con cinco dedos,
Y la manita de rosa,
Bella flor de cinco pétalos.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
94
ugna Por Ser Alm
Mata los deseos,
Las pasiones mata:
Aunque seas cuerpo,
Pugna por ser alma.
Alas de idealismo
Frente a la carroña;
Procede en la vida
Tal las mariposas.
¿Qué es la mariposa?
Un triste gusano
Que soñando el vuelo,
Que ansiando ser pájaro,
Se tejió dos alas,
Las prendió a la forma,
Y el triste gusano
Es hoy mariposa.
Así tú en los hombros
Prende leves alas.
Aunque seas cuerpo,
Pugna por ser alma.
No Preguntes...
No preguntes, no preguntes:
Indaga primero y piensa;
Cada sér y cada cosa
En sí llevan la respuesta.
Aprende a usar tus pupilas
Y a usar tus manos aprende;
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
96
Mira y palpa. . . Estudia, observa,
Cómo todo te comprende.
Las cosas han de brindarte
Su misteriosa verdad;
Si sabes, mirar el mundo,
Todo el mundo te hablará.
Só tenas en el estudio,
Un día y muchos y cien.
Nada, mi hijito, se niega
A responder a un por qué.
Date Siempre...
Protege siempre al débil; que tu mano
Se tienda generosa hacia el caído.
No desprecies jamás al desgraciado,
Hijo mío.
Si tú llevas la luz de la alegría,
Derrámala en la sombra del que gime.
Date siempre al que sueña y al que sufre,
Date al triste.
El canto que prendido va en tus labios
Y el claro surtidor
De altos sentimientos, dalos, hijo,
A todo corazón.
No te olvides mirar hacia la sombra.
Sé como el Sol,
Que baja hasta la charca dolorosa
Como un beso de amor.
No te olvides mirar hacia la sombra.
Sé cual la Luna,
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
96 —
Que se tiende en la ciénaga, sin miedo
De enlodar su blancura.
Pasa asi por la senda, hijito mío:
Haciendo siempre el bien.
Todo amor a los seres y a las cosas,
Como yo te soñé.
Sé en la senda como un rayo de luna,
Milagroso de amor;
Y que Dios te bendiga si eres bueno
Como un rayo de sol.
Sé Como el Arbol
Sé lo mismo que el árbol, hijo mío;
Hunde fuertes raíces en el suelo,
Pero sólo en el ansia milagrosa
De elevarte a los cielos.
Fuerte el cuerpo, enraizado como garfio;
Y luego hacia el azul
Levanta la cabeza que soñara
Su diadema de luz.
Extiende en torno con amor los brazos;
Protege en ellos a las aves todas;
Ofrenda el alma en delicados frutos
Y date siempre en generosa sombra.
Sé lo mismo que el árbol, hijo mío;
Hunde fuertes raíces en el suelo,
Pero sólo a manera de palanca,
Para elevarte al cielo.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
97
Y deja que en tus brazos generosos
Hagan nido los pájaros.
Date en frutos, en sombra y en refugio:
Sé lo mismo que el árbol.
Conócete
¡Cuántas veces te inclinas, mi curioso,
Sobre el mundo exterior!
Mas, dime, ¿cuántas veces te inclinaste
A tu mundo interior?
Fuera hay millares de hechos que fascinan;
Hay fuerzas poderosas;
Con sus por qué te atraen cada día
Los seres y las cosas.
Y tú indagas y buscas. Pero, dime:
¿Cuántas veces te acuerdas
De mirar hacia el mundo misterioso
Que cierra tu conciencia?
La conciencia es la línea de horizonte.
Más allá, si investigas,
Si buscas con amor, entre la bruma
Descubrirás tu tierra prometida.
¿Tú sabes lo que guardas en tu mundo?
El buzo baja al mar
Y el minero en el pecho de la Tierra
No se cansa de hurgar.
Los microscopios buscan ese mundo
De Liliput;
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
98
T el telescopio horada noche y día
El pecho del azul.
¿Y cuántos hombres han investigado
En su mundo que espera,
En su mundo inconsciente, raro mundo
Colmado de potencias?
(Cuántas almas dormidas! A mi lado
Yo las veo pasar.
Tal vez el genio, el sabio o el artista
En esas almas van.
Y nadie las descubre. Y van los hombres
Con su carga letal,
Con la carga terrible y dolorosa
De ser la oscuridad.
Sólo por no mirar su propio mundo,
Porque nunca aprendieron
A bucear en su mar donde, dormido.
Aguarda un mundo nuevo.
¡Cuántas almas de genios en potencia
Como dobladas van
Por el peso agobiante y angustioso
De la incapacidad.
Por eso, aprende a descubrir tu mundo;
Bucea en tu interior.
Sólo así lograrás hallar tu norte,
Con él tu vocación.
Sólo así lograrás ir rectamente
Hasta el fin del camino,
Hallando lo que pocos han hallado:
Encontrarse a sí mismos.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
99
No Te Importe
Tú viste la ñor de loto
Deslumbrante de blancura.
Enraizada está en el légamo
De la triste fuente pútrida.
T no obstante es toda blanca»
Con blancura milagrosa;
Es como una estrella abierta
Sobre las aguas hediondas.
¿Qué importa que la raíz
Hundida esté en lodo infecto.
Cuando el corazón se abre
Muy puro lejos del cieno?
¿Qué importa estar arraigado
En el limo putrefacto,
Cuando el corazón es limpio
Como la canción del pájaro?
¿Qué importa la sombra triste?
Lo que es carroña, ¿qué importa?
Nadie pregunta qué zumos
Nutriendo van a la rosa.
No importa venir de abajo,
De lo infecto, de lo hediondo,
Cuando el corazón se abre
Como una ideal flor de loto.
Nada te importe el origen. . .
No olvides que de la ciénaga
Puede elevarse una ñor
Hermana de las estrellas.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
100
Respeta a La Madre
Hijo mío, respeta a la madre,
A la madre, cualquiera que sea:
A la alegre, a la rica, a la triste,
A la pobre, a la mala, a la fea.
Nada importan los hechos. Es madre
Y una madre merece respeto,
Por el hijo que duerme en sus brazos,
Por el niño que estuvo en su seno,
Porque fué por amor bendecida,
Porque supo de angustia y dolor,
Porque lleva un jirón de la vida,
Porque es beso, caricia y canción.
Lo demás no te importe. La juzgan
Su conciencia, pequeño, y la Vida.
Si no sabe cumplir sus deberes;
Si no sabe ser ruta ni guía,
Es que es ciega y no ve su camino;
Pero tú, que eres noble, has de amarla;
Has de verla en la augusta grandeza
De que es madre, y no debes juzgarla.
Por el niño que lleva en los brazos;
Porque es nido mullido de un ave;
Porque aun ni caída se enloda,
Hijo mío, respeta a la madre.
El Espejo
Si buscas lleno de afán
Espejo para tu cara,
¡Cómo debes de buscar
Espejo para tu alma!
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
101
Y si buscas la sonrisa,
Nota de gracia en tu faz,
¡Qué tonos más delicados
Para el alma buscarás!
Si te interesa la forma,
Más, pequeño, mucho más
Debe interesarte el alma,
Que es tu belleza real.
La única toda tuya,
Que robarte nadie puede:
Ni el tiempo con su crueldad,
Ni enfermedades ni muerte.
El Señor te dió un espejo
Del alma y es la conciencia.
En él, con fidelidad,
Bella o fea, se refleja.
Adórnala de virtudes,
Que son sonrisas del alma,
Y verás que el alma hermosa
Hace más bella la cara.
Y si miras cada día
El espejo de cristal,
¡Ah, con qué amor sobre el otro.
Pequeño, te inclinarás!
Mírate siempre en el alma;
Verás la belleza única,
La que nadie ha de robarte,
Porque es tuya, sólo tuya.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
102
Construye Tu Destín
No olvides: cada uno, mi pequeño,
Construye su destino.
En la vida encontramos todo aquello
Que en la vida pusimos.
Si amor sembraste, lograrás amores;
Si dolor siembras, hallarás dolor.
La cosecha será cual la simiente;
No olvides, sembrador.
Nada hallarás al paso que no sea
Lo que fuiste sembrando;
La cosecha ha de ser el vivo fruto
De los granos sembrados.
Si quieres ser feliz, siembra tu alma
En ternura y amor;
Recogerás los dones más preciados,
Mi bello sembrador.
Nada de lo que viene hasta tu puerta
Para darte alegría,
O dolor o tristeza o llanto amargo,
Es casual o injusticia.
Todo lo que a tí viene, bueno o malo,
Lo pusiste tú mismo.
No olvides, pequeñín, que cada uno
Construye su destino.
Sólo Por Ella
Cuida tu cuerpo, hijo mío;
Tu cuerpo que es frágil forma,
Cajita de raso y nardo
De tu alma mariposa;
MARUJA AGUIAR DE MARIAN1
108
Torre con cinco ventanas,
Ventanitas de sentidos,
Por las que el alma contempla
La Tierra y el infinito.
Cuida tu cuerpo, hijo mío.
Bien irrigado, el cerebro
Es la jaula luminosa
De los buenos pensamientos.
Y en un pecho sano y fuerte
Canta alegre el corazón.
El cuerpo sano da al alma
Belleza nueva y vigor.
Por la bella prisionera
Que va morando en tu forma;
Por esa almita de estrella;
Por la etérea mariposa
Que desde la torre frágil
Mira al mundo y mira al oielo;
Por ella, sólo por ella,
Cuida, hijo mío, tu cuerpo.
No Destruyas
No destruyas, hijo mío,
Por placer de destruir;
Tus manecitas de rosa
Sólo deben construir.
No destruyas, hijo mío,
Ni la vida más pequeña;
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
104
Respeta a la flor humilde
Y a la hormiga de la senda.
Si hacia la vida te inclinas,
Hazlo siempre con amor:
Observa sus maravillas
Mas no le lleves dolor.
No trices pequeñas vidas
Como los niños traviesos,
Que destrozan el juguete
Por ver lo que lleva dentro.
Observa la vida, hijito;
Obsérvala con amor,
Y hasta en los seres pequeños
Hallarás siempre al Señor.
Pero no lleve tu mano
El dolor hacia esas vidas.
Estudia vidas pequeñas,
Contempla sus maravillas,
Pero nunca las destruyas,
Que es muy triste destruir.
Que tus lindas manecitas,
Sólo sepan construir.
Ten Voluntad
¡La voluntad! ¿Conoces, hijo mío,
Lo que es la voluntad?
Es la lima que muerde hasta vencerla
La carne del metal;
Es el agua que vuelve una y mil veses
Hasta horadar la roca;
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
— : 105
Es la labor tenaz de cada día
Que lleva a la victoria;
Es trabajo constante acumulado
En forja de titán;
Es el clavo que hiende y el torrente,
Voluntad de cristal!
Es la idea hecha acción, el verbo augusto;
Es fuerte puente que el abismo cruza;
Es la raíz que cava en el subsuelo
Y es el a¡la que impulsa.
Para el que tiene voluntad y sabe
Emplearla, hijo mío,
No hay fracaso que oponga sus murallas,
No hay montañas ni ríos.
Nada es difícil, nada es imposible
Para una voluntad;
Sé la lima, la gota o el torrente
Siempre en actividad.
El Sagrado Juego
Juega en medio de la vida,
Hijito, a ser ermitaño,
Y en tu gruta de silencio
Busca amparo.
Deja que pasen las turbas
Con su alocado rumor;
Deja fuera de tu choza
El eco perturbador.
Y refúgiate en tí mismo;
Mira al fondo de tu alma,
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
106
Siempre móvil como un mundo
Que a cada minuto cambia.
Kaleidoscopio magnífico,
Ver las más raras figuras,
Lo que jamás esperabas,
Lo que no soñaste nunca.
7 por ser lo inesperado
Te sumirá en confusión:
Eres uno 7 serás muchos
En ese espejo interior.
Ora triste, ora sereno,
Alegre, valiente y tímido;
Hay un desfile de seres,
Y siempre serás tú mismo.
¡Si supieras qué bien hace
Bucear en la propia alma!
Una imagen, un ensueño,
Vislumbre que quiere alas,
Una sombra fugitiva;
7 todo ello, fustazos
De ese sér que eres tú mismo:
Tn presente y tu pasado.
Cada día aprende, hijito,
A desgajarte del mundo;
Juega a hacerte un ermitaño
Y a tejerte tu refugio.
7 deja pasar la vida
Con su alocado rumor
7 en tu silencio de cumbre,
Oirás el canto interior.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
107
Busca En Ti
Después de leer “La respuesta de
Leuconoe”, de Rodó.
¡Espacio! ¡Espacio! No ese que está en torno
El espacio de cielo, tierra y mar,
Sino el otro, más grande y más hermoso:
El que en tu alma está.
¿Sueñas mundos? Conquista ese que vive
En tu reino interior.
¿Quieres espacio? En él tns fuertes alas,
Siempre ansiosas de sol,
Desplegar puedes, que ese mundo es tuyo,
Con espacio sediento de tus alas;
Mundo interior, espacio milagroso
En el reino del alma.
Para lograrlo es menester, pequeño,
Que aprendas a mirar
Sin espejismos ese mundo interno,
Que allí está la verdad.
Si sabes comprenderlo serás grande;
Serás libre si sabes conquistarlo,
Aunque el cuerpo se agite dolorido
Con cadenas de esclavo.
Si sabes conquistarlo serás cóndor
De un cielo sin rival;
Si sabes tener alas, en tus manos
Temblará la verdad.
Sé el Hermano de Todo*
Sé el hermano de todos, hijo mío;
De todos por igual.
Si es posible, hacia el mísero y el triste,
Siente más tu hermandad.
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
: 106
No olvides que la forma es sólo polvo
Que volverá a la tierra,
Y que todos nosotros somos alma,
Que es milagrosa estrella.
£1 alma que es eterna, sacra y única:
Nosotros somos eso.
El cuerpo es la carroña de la tierra;
Sólo eso.
Y de las pompas y riquezas vanas;
Del orgullo, de todo el poderío,
Nada queda a través de los senderos
Del tiempo, hijito mío.
Pero del alma, chispa fulgurante
De la sagrada hoguera;
Del alma que es canción, rastro en el mármol,
Cegante luz, inspiración e idea,
Nada se pierde. . . Y cuando ya los cuerpos
Otros cuerpos integran
Y hasta el último átomo se ha ido
En esta ronda eterna,
Quedan los frutos de belleza, esos
Que nunca morirán,
Porque son floración maravillosa
De esta alma inmortal.
Sé el hermano de todos, hijo mío,
De todos por igual.
Si es posible, hacia el mísero y el triste
Siente más tu hermandad.
Fantasía
La Luna es el trompo mágico,
Luminoso de la noche,
Que danza en el patio azul
Inundado de fulgores.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
109
Danza el trompo gigantesco
Con el impulso de Dios,
Y finge en la noche inmensa
Un nevado corazón.
Tiene una música rítmica,
Y en el gran patio estelar
Va bordando con fulgores,
La palabra Eternidad. . .
Sube y Ba j a
El alegre sube y baja
Ayer fué un inmenso árbol,
Que entre sus ramas flexibles
Cobijó a mil tiernos pájaros.
Quiso el Destino que hoy
En juguete lo trocaran;
Un juguete que las horas,
Subiendo y bajando, pasa.
Está en medio del jardín
Con los brazos extendidos,
Y en cada uno sostiene,
Lleno de ternura, un niño.
Sube y baja el balancín
Sus ensueños acunando;
Y es un árbol que en sus ramas
Mece a dos inquietos pájaros . . .
os Cinco Hermanitos
Somos los cinco hermanitos:
La mano es nuestra mamá;
TRILOGIA DE LA MATERNIDAD
110
Somos los cinco hermanitos
Ansiosos de trabajar.
Aunque somos muy pequeños,
Todo sabemos hacer:
Escribir, tocar el piano,
Dibujar, bordar, tejer.
Somos los cinco hermanitos
Siempre alegres y felices:
Pulgar, Indice, Mayor,
El Anular y el Meñique.
Siempre vivimos unidos
Ayudándonos en todo,
En comunión fraternal.
Activos y laboriosos.
Somos los cinco hermanitos;
La mano es nuestra mamá;
Somos los cinco hermanitos,
Ni uno menos ni uno más . . .
nda délos Niños de América
Para la inmensa alma de Gabrie*
la Mistral.
Gire, gire la ronda armoniosa
De los niños de toda la América.
Sea un canto fraterno encerrado
En el gran corazón de Gabriela.
T llevando en los labios prendidas
Sus caucione?* hagamos la ronda,
Lazo firme de manos fraternas
Que aprisione la América toda.
MARUJA AGUIAR DE MARIANI
111
La canción de la dulce Maestra,
En los labios llevemos, triunfal,
Cual se lleva una sueve plegaria,
Cual se lleva una frase de paz.
Y cantando sus cantos, dancemos,
Hermanitos de toda la América,
Y seremos un canto encerrado
En el gran corazón de Qabriela.
Para Ti
Romances para mi niño . . .
Toda mi vida por darse
En una dulce canción,
Se ha convertido en romance.
Romances son los latidos
De mi amante corazón,
Y es romance el alma mía
Cantándote un arrorró.
Desde el día en que a mis brazos
Llegaste tú, hijito mío;
Desde el día en que mi falda
Se ha convertido en un nido,
En una fiesta infinita
De amores, mi alma de madre,
Para darse más aun,
Es el más tierno romance.
Va hasta tu alma hecho verso
Todo este amor infinito,
Todo este amor que me dicta
Romances para mi niño.
Algunos juicios y opiniones sobre
“Alas” y “Los Paisajes iluminados”
De ADOLFO MONTIEL BALLESTEROS:
Cúmpleme hacer llegar a Vd. mi agradecimiento por el
envío de "Los paisajes iluminados” y por la dulce, lírica y
melodiosa hora que me ha proporcionado.
Su libro, fino, sensible y musical, me ha hecho evocar
ios viejos tiempos en que intentábamos traducirnos en verso,
sin alcanzar — por cierto — la gracia y la perfección formal
a que llega Vd. en la mayoría de sus producciones. ("An-
dante”, “El surtidor”, “El secreto", “Serenata a la Luna”, etc.).
No creo sea un demérito ostentar un estilo que no res-
ponde a las últimas exigencias de la moda, desde que en
el pueden verterse nobles sentimientos, emociones sutiles,
expresiones llenas de equilibrada y serena belleza.
Por sus versos es Vd. artista de exacta visión y guste
depurado; por sus conceptos y su sensibilidad, es poeta.
Muy bien sentido, rebosantes de dulzura y de ternura,
los cantos de la Madre y el Hijo, que es donde su voz al-
canza los acentos más entrañables y más hondos.
Ya conocía algunas excelentes páginas suyas en prosa,
desde los envíos de sus exquisitos cuadernos a la “Estéti-
ca”. Desde su lectura, me convencí de que en Vd. alentaba
una escritora muy completa. Le ruego me cuente entre sus
admiradores. — Su affmo. s. y a. — MONTIEL.
De JUANA DE IBARBOUROU:
Muchísimas gracias por su hermoso libro “Alas”, tan bien
nombrado, pues todo él es elevación y gracia. La felicito,
con verdadero placer de prodigar un aplauso tan merecido.
Sano, puro, encantador, femenino y tierno, este bellísi-
mo conjunto de poemas es una joya. Y vale mil veces más
que las otras, las de preciosas piedras, porque en él fulgura
JUICIOS Y OPINIONES
113
orillante magnífico — un corazón de mujer, un gran corazón
de mujer.
Le desea dicha y triunfo, su afm. y s. s. — JUANA DE
IBARBOUROU.
De RAQUEL SAENZ:
Le agradezco, el envío de su bello libro. Sus poemas tle-
nen una gracia subyugante. Tienen la atracción de la sonri-
sa en la boca del niño. A pesar de la evocación dolorosa
del padre amado que se fué para siempre, su obra es un
grito de felicidad. — ¡Qué hermosa debe ser la vida así! Es
tal el efluvio de dicha que se advierte en sus cantos, que le
envío mi libro “Voz y Silencio”, no sin haber titubeado de
ofrecerle esa obra que pondrá un poco de tristeza en su vida
radiante. Perdón, pero deseo dejarle ese recuerdo, que jus-
tifica ya estén abatidas mis alas — esas alas que Vd. mencio-
na en su generosa dedicatoria. Siga Vd. batiendo las suyas
como un pájaro libre, y cantando así, embriagada de amor y
de felicidad.
Y que el éxito premie a su delicado espíritu como merece.
Gracias otra vez y va un abrazo fraterno. — RAQUEL
SAENZ.
De JUAN MARIO MAGALLANES:
Su libro “Alas”, a mi entender, configura una superación
en su obra poética.
Especialmente en la parte última — Poemas del niño —
acusa una depurada gracia formal, una tocante ternura y
una simplicidad de líneas que trasciende. En general, mi
gusto personl señala mayor número de aciertos en los poe-
mas de objetividad, informados . por su poética imaginación
de graciosas imágenes y ritmos.
La felicito, y le deseo una feliz continuación de su obra.
Me ofrezco, además, agradecido amigo y estrecho cordialmen-
te su mano.— JUAN MARIO MAGALLLANES.
Del Dr. JOSE M. DELGADO:
He tenido el gusto, gracias a su gentileza, de releer las
poesías de “Los Paisajes Iluminados”, obra que, con plena
convicción de su valor, contribuí a premiar en el último con-
curso del Ministerio de Instrucción Pública.
114
JUICIOS Y OPINIONES
Muchas cosas me agradan en su libro: la ausencia de
todo deseo llamativo, la sencillez, el tono armónico y tam-
bién ciertas reminiscencias heinianas, que despiertan algunos
de sus poemas. (Yo fuf y soy un profundo devoto del gran
romántico alemán).
Pero donde evidentemente su vena lírica demuestra ma-
yor autenticidad, es cuando glosa los motivos de la mater-
nidad. Ahí suele alcanzar efectos tan puros y enérgicos como
los que con mayor emoción han tocado ese tema.
Le ruego quiera aceptar, junto con mis felicitaciones por
su merecido triunfo, la seguridad de mi afecto intelectual —
JOSE MARIA DELGADO.
...Placer intelectual me ha proporcionado su bello libro
“Alas”, en el cual vuelve a poner de manifiesto un tempe-
ramento lírico realmente singular... — J08E MARIA DEL-
GADO.
De JUAN C. QUINTEROS DELGADO:
...Mi temperamento de escritor, — si es que de escritor
puedo calificarme — se halla en absoluto ajeno a la literatura
poética que Vd. con tan buen éxito y tan exquisitamente cul-
tiva. Pero, ello no obstante, me ha sido dado apreciar, al
hojear su bello libro, la delicadeza y el encanto de las poe-
sías que encierra, entre las cuales me ha llamado especial-
mente la atención la que 6e titula: '‘El Abuelo”, siendo ello
sin duda por estar yo ya comprendido entre los árboles de
“sayal triste y gris” del feliz símil poético que da vida y
encanto a esos hermosos versos. . .
Del Dr. EDUARDO J. COUTURE:
Le ruego acepte la expresión cordial de mi agradeci-
miento por el delicado obsequio de su libro y de su dedi-
catoria.
He recogido de sus versos una suave impresión de inti-
midad. En todos sus poemas el poeta es el centro espiri-
tual de la creación artística. El alma es, antes que nada,
una célula reflexiva que contempla la realidad ambiente y
que se contempla a sí misma.
Ese delicado juego entre el espíritu y las cosas, que hace
JUICIOS Y OPINIONES
115
que no haya en sus poemas una sota objetividad despojada
de reflexión o de sentimiento, es lo que contribuye a bañar
sus páginas de esa tonalidad íntima que constituye, en mi
sentir, su más delicado encanto.
Le ruego recoja, además, de estas líneas, una expresión
de la grata sorpresa que me ha producido su personalidad
en el medio literario, investida en los atributos de un libro
perfectamente logrado y de una fecundidad promisora de las
más ricas cosechas futuras. Suyo, atentísimo y con alto apre-
cio.— E. J. COUTURE.
Muchas gracias por la fina amabilidad del envío de su
libro. Gracias, en este caso, por la deferencia del envío, por
la amable dedicatoria y por el delicioso contenido.
Estas “Alas” tienen una nueva emoción que no aparecía
en su anterior libro “Los Paisajes Iluminados”. Aquí la ter-
nura tiene un sentido más hondo que el éxtasis. Su cariñoso
mirar las cosas, adquiere una emoción más acentuada que
en su primer libro. Esos temas menudos, tomados de la vida
de todos los días, adquieren a través de su canto un vigor
y una delicadeza insospechados. Predomina, además, una ri*
queza de fruto en sazón, resultado acaso de una mayor ex-
periencia poética y provista de singular atractivo espiritual.
No quedan dudas en mi espíritu de que Ud. ha logrado
con este libro la madurez que todo artista ansia y a la que
se llega- sólo después de largos y penosos caminos de sacri-
ficio.
Permítame, asimismo, formular votos para que la larga
lista de obras en preparación rinda a breve plazo, los fe-
cundos resultados que todos esperamos.
Acepte con estas líneas, la expresión de mi alta esti-
ma— E. J. COUTURE.
De “MENSAJE”, REVISTA DE LA BIBLIOTECA NACIONAL
DE QUITO:
Los “Paisajes Iluminados” es una obra de poesías pre-
miada por el Ministerio de Instrucción Pública del Uruguay.
El volumen alcanza algunas decenas de poemas líricos, corto9
y de suave ritmo con ese fácil material de inspiración que
da la frecuencia del tema. Maruja Aguiar de Mariani busca
JUICIOS Y OPINIONES
íl6
ambiente a su expresión poética en los motivos claros y sim-
ples, imaginación espontánea de recurso directo y músicas
discretas. Poesía que sugiere dóciles tristezas o alegrías amor,
tiguadas, como que la emoción que las provoca discurre con
tono apagado y timbre recóndito. En fin, poesía hecha para
ios intermedios sentimentales de quietud espiritual y ensueño.
i
De ERNESTO PINTO:
Mucho le agradezco su nuevo libro, algunas de cuyas com-
posiciones ya conocía. Tiene usted un precioso don poético,
que sabe usar con tino, medida y delicadeza.
Su personalidad cada día más se afirma, con caracte-
rísticas propias, mientras la poesía nuestra gana con el va-
lioso aporte de sus obras.
Cuando el tiempo me lo permita, pues quiero leer ambos
libros con la atención que ellos se merecen, le diré no mi
opinión, sino la emoción que hayan en mí despertado.
Por ahora mi agradecimiento y la reiteración de mis sen-
timientos de amistad para la noble poetisa que hay en us-
ted.— ERNESTO PINTO.
De ARNALDO PEDRO PARRABERE:
Leí con emoción su libro “Alas”. ¡Cuánta duluzra fluye
de sus páginas y cómo revive su alma en cada estrofa!
La visión de su padre ausente y cuyo espíritu, desde el
cielo continúa bendiciéndola con sus manos sembradoras de
bien, tiene para Vd., un signo especial y trascendente: el
amor filial inalterable.
¡Cuánta falta hace, en estos tiempos de crudo materia-
lismo, una obra como la suya, llena de idealidad, de ternura,
de elevación... Vd. nos hace soñar al par que nos trasmite
el eco de sus nostálgicos acentos.
Bienvenida su obra, de rico perfume, que es coronación
de afanes. Triunfa Vd. gallardamente, creando en torno suyo
una nueva aurora de prestigio que consagra su nombre.
Que el porvenir le reserve los éxitos que merece por el
tesoro de su corazón, que sabe sentir y amar.
Mi biblioteca quedó enriquecida con “Alas”, y puedo ase-
gurarle que más de una vez volveré a repasar sus páginas
emotivas.
JUICIOS Y OPINIONES
117
Un saludo muy cordial y respetuoso, con mis gracias. Afec-
tuosamente suyo. — ARNALDO PEDRO PARRABERE.
De OVIDIO FERNANDEZ RIOS:
He leído algunas de sus hermosas poesías y de inmedia-
to me sentí frente a una poetisa vigorosa, clara en armonías
y conceptos y con una magnífica realización, vibrando al rit-
mo del sentimiento de la hora, pero felizmente libre del “ne-
bulosismo” desconcertante y discutible de la lírica de último
figurín. Doblemente, pues, la felicito.
Leeré con tiempo todo el volumen, el que confirmará ple-
namente la seguridad de mis augurios por sus grandes éxi-,
tos. Crea que soy un leal compañero. — OVIDIO FERNANDEZ
RIOS.
Noble y admirada poetisa: He leído conmovido su bello li-
bro “Alas’'. Copa de cristal delicado con mieles exquisitas,
que dulcifican el espíritu en esta hora de la gota amarga y
del vino ácido que no6 ofrece la vida.
Cada vez se supera Vd. más en la belleza expresiva y
fina de sus versos, y en la elevación sentimental y purificada
del concepto lírico.
La felicito cordialmente, con el voto augural de resonan-
cias prestigiosas para sus “Alas’'.
Reciba Vd. los saludos y la viva simpatía intelectual del
amigo y admirador.— OVIDIO FERNANDEZ RIOS. 4
De “LA PRENSA”:
Una de las características de “Los paisajes iluminados”
es la predilección por la naturaleza. Maruja Aguiar de Ma-
riani se siente unida a ella con simpatía y acierta con fre-
cuencia en el vocablo preciso y en el matiz original. En la
“Canción de las espigas”, dice con unción: seremos luego
¡oh milagro! — el blanco pan en la mesa — y hostia sagrada
en el cáliz — de la campesina iglesia”. Y en “Serenata a la
luna”: "monedita de íuz — molino mago — que muele azur”.
Alternan con estos, otros versos ardientes cuyo tema prin-
cipal es el amor; entonces la autora compone estrofas ínti-
mas y dice lo que dicen todos los enamorados. “Madrigal del
118
JUICIOS Y OPINIONES
Beso”, “Madrigal por la pena del Amado” y “Nocturno” con-
firman esta apreciación.
Puede anotarse que con exclusión de algunas composi-
ciones, el libro es bueno. La estructura de los versos no
siempre es correcta. Una muelle blandura es la que presta
encanto a las cuartetas.
La señora de Mariani prefiere hacer luz sobre paisajes
del mundo interior y a esta predilección obedece el título de
su obra que ha merecido una distinción por parte del Mi-
nisterio de Instrucción Pública del Uruguay.
Su libro contiene también algunas poesías patrióticas.
“Al Uruguay” y “Canto a la fe” son las mejores. Las
que dedica a los pájaros nativos son alegres y sentidas.
Un conjunto variado, como se ve, en el cu<al tiene opor-
tunidad de mostrarse en múltiples aspectos la figura litera-
ria de la autora.— “LA PRENSA”.— BUENOS AIRES.
De ARIOSTO D. GONZALEZ:
He leído los versos de “Los Paisajes Iluminados”, obra
premiada por el Ministerio de Instrucción Pública, que marca
una etapa en su ruta literaria.
Llenos de gracia fina y ligera, cautivantes por la modu-
lación y el ritmo, sencillos y cristalinos, esos versos mues-
tran su aptitud para decir la emoción de cada hora y de
cada paisaje.
“II y a des vers qu'on trouve. Les autres, on les fait”, sen.
tencia Paul Valery. Pero ,en su libro, son más los versos qu®
ha encontrado, naturales y simples, en lo hondo de su es*
píritu, que los que ha construido con paciencia de orfebre.
La felicita muy de veras y le envía un cordial saludo.—
ARIOSTO D. GONZALEZ.
De DELIA MOLINARI DE ACUÑA:
A| dar por terminada la gratísima lectura de su libro de
poesías “Los Paisajes Iluminados” siento aletear en torno
del recuerdo, un eco vivo de hondura lírica; de diafanidad
espiritual; de gracia alígera y pura.
Su espíritu, profundamente sensitivo, vibra en esas poe-
sías en alas de su receptividad exquisita y de su noble y
comprensivo respeto hacia seres y cosas.
JUICIOS Y OPINIONES
119
De qué manera expresiva ha sabido Vd. ofrendar sus poe-
sías "como una oración que no ora, pero que hace orar”. Y
así se deslizan en vuelo inefable renovando cada una de sus
composiciones poéticas ,el milagroso placer de la abeja: "re-
coger miel de la flor, sin olvidar que es el placer de la flor
ceder su miel”. Sin el éxtasis de la exaltación, sino con clara
y serena mirada de amor, su rica vena lírica se extiende
como un puro aleteo poético hacia el Cosmos, en el juego
gracioso de perseguir la Belleza, o en ia maravillosa inquie-
tud de retenerla cuando se la encuentra a la vera del AGUA
QUE CANTa Y BESA, poesía de una adorable limpidez emo-
tiva. ¡Qué simplemente y con qué delicadeza de expresión
la poesía "Caracol ito” enseña a nuestra ansiedad, que el ru-
mor del océano cabe en un caracol!
Esa incertidumbre eterna de la Vida y su inaudito en-
canto, con qué fuerza se sienten en "La Canción de los La-
tidos”; en “Plegaria”; en “Armonía”, en el "Madrigal de la
Dicha”, en "Karma”; en "Curiosidad”, en "Canto al Amor”.
Sobre el camino resplandeciente del éxito, querido amiga,
¡adelante !
Un cariñoso y tierno abrazo de su siempre afma. — DE-
LIA MOLINARI DE ACUÑA FRIEDRICH.
Le escribo bajo el hechizo del claro y sereno resplandor
que la lectura de sus versos han vertido en m| espíritu. Y
pienso: ¿de qué profundo manantial poético fluye generosa
la veta lírica que anima y sostiene sus canciones?... Auri-
aolados de sentimiento, penetrados de emoción, aromados de
gracia conmovedora y sutil, sus versos tienen una arrobadora
fascinación de juegos de alas.
Palpita en todos sus versos una serena idealidad, moja-
da de lágrimas en “Orfandad”, enamorada de nuevos hori-
zontes en “Partir”, atada al hilo milagroso del Amor en "Sólo
Tú sabes por qué”; atraída por vislumbres de altura espiri-
tual en “Karma”, en "Mariposa astral”, en "Caminitos”. . .
De los “Poemas de la Madre” guardo en mi recuerdo co-
mo Joyas, las composiciones que intitula: "El cavador” y
"El refugio”. Y como un latido Junto a mi corazón, siento
el encanto que fluye de todos y cada uno de los versos que
forman el adorable ramillete de los "Poemas del niño”.
¿20
JUICIOS Y OPINIONES
Un afectuoso y tierno abrazo de esta amiga afma. — DE-
LIA MOLLINARI DE ACUÑA FRIEDRICH.
De VICENTE A. SALAVERRI :
Alejado de la literatura y de| periodismo por una fun-
ción especial: dirección de publicaciones oficiales, me voy
quedando atrasado, en materia artística, en muchos figurines.
Ahora aparece mucha cosa que yo, francamente no la entien-
do. Por eso mi alborozo cuando tengo entre mis manos algo
nuevo, que cae dentro del plano de mi comprensión.
“Los Paisajes Iluminados’' de usted... ¿son modernos?...
¿son clásicos?... No he intentado averiguarlo. Veo en su li-
bro una poesía femenina que me parece la única poesía fe-
menina posible, ya que tiene más corazón que nada, y es gra-
ciosa y es tierna. . .
Le agradezco mucho los instantes gratos que con su lec-
tura m e ha deparado.— Aff. s. s.— VICENTE A. SALAVERRI.
Admirada poetisa: Mi retiro de la vida intelectual coin-
cidió con el más intenso fermentar de los “Ismos”, de manera
que ignoro lo que se refiere a escuelas nuevas. Si son es-
cuelas poéticas, con más motivo.
Ahora me guío, simplemente, por el sentimiento y el Gus-
to (el gusto de antes, de mi tiempo). Me gustan las obras,
sobre todo, en que hay corazón. ¿Cómo extrañar que halle
bien, simpáticos, libros como este “Alas”, en cuyo pórtico
veo surgir, con su perfil ascético de hidalgo a aquel caballero
sin tacha que fué mi noble amigo, don Guillermo Aguiar?
....En los versos de usted, señora, veo reflejadas las virtu-
des de aquel bello carácter que tanto estimé. Todo unido a
una sensibilidad fina hasta lo exquisito, un anhelar comple-
tamente femenil y un decoro que la aparta de todo un género
poético-femenino que ya, francamente, se iba desacreditando.
8épame su admirador affmo. — VICENTE A. SALAVERRI.
De “EL DIA":
Exquisito temperamento artístico, Maruja Aguiar de Ma-
riani, triunfó hace poco más de un año, con su libro primi-
genio “Los Paisajes Iluminados", labor poemática que llamó
la atención de la crítica, por la profunda y briosa inspiración
que saturaba sus versos.
JUICIOS Y OPINIONES
121
Subsiguió a “Los Paisajes Iluminados" un nuevo libro
"Alas", en el que la veta lírica de la poetisa compatriota
acentúa su tesoro artístico. Y "Alas" obtuvo señalado triunfo
al punto que se le adjudicó un importante premio en la se-
lección de la producción artística correspondiente a 1936.
De ese último libro de Maruja Aguiar de Mariani, toma-
mos este poema titulado "Capricho" en el que campea un
gracioso juego de imágenes:
Por destapar la botella
Del rubio champagne del día,
Los gallos tirabuzones,
Sus largos cuellos estiran.
Ruetuercen luego sus cantos
Con un largo calderón
Hasta que arrancan, gozosos,
El rubio tapón del Sol.
Salta el corcho de oro vivo
Del cuello del horizonte;
Y ante el prodigo alcanzado
Los gallos tirabuzones,
Baten palmas con sus alas
Bajo el hondo cielo azul,
- En tanto cae a la Tierra
El rubio champagne de luz.
“EL DIA".— MONTEVIDEO.
Del DIRECTOR DE ENSEÑANZA P. y NORMAL Arq. JOSE
CLAUDIO WILLIMAN:
““"'Saluda respetuosamente a la Sra. Maruja Aguiar de Ma-
rlani y le agradece el ejemplar de su obra "Alas", de cuyo
contenido tanto se admira su poesía como la pureza de los
sentimientos que expresa...
Oel Dr. MODESTO CHAVEZ FRANCO.- Guayaquil:
...Alta gala de mi biblioteca personal y frecuente recreo
de mi espíritu en sus anhelos de sedante reposo tras la ago-
tadora tarea, será el amable compañero que me envió, con
sus bellas “Alas", la bondad de Ud...
<22
JUICIOS Y OPINIONES
De SANTIAGO DALLEGRI:
Queremos hoy ocuparnos, dentro de la brevedad de estas
“notículas literarias’', de un nuevo libro de versos, de un U*
bro de versos que, con sus aladas estrofas, ha llegado hasta
nosotros por un gentil envío.
Es un libro de versos ligeros, sentidos, sencillos, con esa
preciada sencillez que constituye la mejor credencial de las
cosas espirituales. Por que es una garantía de verdad, de
sinceridad, de emoción. También de sentimiento, nexo sutil,
invisible pero real, que establece contacto directo y efectivo
entre ei espíritu del autor y del lector.
De la autora, en este caso. Por que se trata de una poe-
tisa. Nos referimos, en efecto, a Maruja Aguiar de Mariani
y a su volumen. “Los Paisajes Iluminados”. Libro primige-
nio, pero sazonado. Que se lee con gusto, sin fatiga. Cuyas
estrofas saltan cantarínas como la linfa ciara y azulenca que
baja por entre labrados riscos o se desliza mansa por so-
bre lecho de rubia arena. — Y es que hay una donosa mane-
ra en la expresión de esta con jugadora de verbos poéticos y,
una hábil captación del motivo que a veces la lleva a ver-
daderas "trouvailles” por el sendero de la originalidad y el
buen gusto. Sin rebuscamientos, sin esfuerzos, sin violencias.
Diversas serían sus poesías, algunas de ellas verdadero
alarde de concisión, a la par que de colores bien entonados,
capaces de respaldarnos ampliamente en el aserto; pero he
aquí una de ellas, muestra de un rimario feliz, — construida
en forma de Soneto y con sencillos versos octosílabos — lle-
na de esa donosura y de esa elegante originalidad que pode-
mos apreciar, a parte otros méritos indiscutibles, en Maruja
Aguiar de Mariani:
EL SECRETO
La enredadera ha trepado
Agilmente a la ventana,
Y le cuenta a la mañana
Cuando observa, con cuidado.
“¿No sabes? — El la ha besado,
Y ella, en fiesta dulce y sana.
Como una fruta temprana,
En su pecho se ha volcado**.
JUICIOS y OPINIONES
122
Ah, curiosa enredadera,
Locuela de primavera
Y amiga de la mañana:
Si te sorprendo otra vez f
Refiriendo cuanto ves,
Te cerraré la ventana.
Este libro primicial de Maruja Aguiar de Mariani (y no
se trata de gentileza circunstancial sino de sincera y espon-
tánea opinión) abre un pórtico luminoso al porvenir litera-
rio de la delicada poetisa. — SANTIAGO DALLEGRI. — "EL
DIARIO" — MONTEVIDEO.
Maruja Aguiar de Mariani, que con su primer libro "Los
Paisajes Iluminados", premiado en el Concurso del Ministe-
rio de Instrucción Pública, nos diera, el año p.pdo, la agra-
dable sorpresa de una obra francamente promisoria, llamán-
donos a la realidad de un nuevo y efectivo valor literario,
acaba de ratificar aquella promesa de progresión y la efec-
tividad de sus cualidades, con este nuevo libro "Alas", que
sale a la luz pública y es un conjunto de composiciones en
las que campea luminoso y brillante, fluido y espontáneo, su
estro poético. La espontaneidad y fluidez, precisamente, — vir-
tudes capitales del artista sincero — constituyen características
singulares de Maruja Aguiar de Mariani, aristas generosas
de su obra, que se acentúan en perfecto consorcio con laa
otras señaladas virtudes. Y es que el lector no puede menos
que experimentar la sensación de la evidente facilidad con
que han brotado de la pluma esos delicados poemas, que cap*
tan ya una escena familiar, ya una figura determinada, ya
un motivo simple y corriente; escena, finalidad o motivo real-
zado, embellecido, estilizado, por el arte galano de la poetisa,
que tiene apta la retina y feliz el pincel.
Muchos serían los títulos de estos poemas, agrupados al
abrigo de "Alas", que podríamos destacar, si diésemos en
la intención o propósito de un detallismo referencial. De ma-
nera que casi no tendría ello objeto, por que lo mismo que
en "Partir", que en "La Dicha" o en "La Canción de la Ami-
ga Madreselva", como en "Marujita está Enferma", "Paz",
"Sólo Tú Sabes por qué" o en "Romance del Niño y el Panal",
¿24
JUICIOS Y OPINIONES
hallaremos motivos sobrados para gustar una emoción y des-
granar el elogio.
Podéis abrir el jibro al azar. Lo mismo en “Resurección",
donde aparece:
“La niña ingenua y alegre
Que en la casa del abuelo,
Ignorándolo, ya urdía
El ñandutí de sus versos,"
d^e en 4 Poemas de la Madre" o en “La Enredadera", que
nos la señala así:
“En el canavá del cerco
“La enredadera ha bordado
“Una labor bella y viva
“De verdes y tiernos tallos,
“Y cada vez que remata
“Un lindo punto de cruz,
“Pone el nudo delicado
“De una campanilla azul."
No pierde asimismo su elegancia y pulcritud, con su de-
licada fluidez, cuando toca asuntos festivos, como por ejem-
plo en “Doña Bataraza va de Paseo”:
“Gallinita bataraza
“Ha salido de paseo,
“Con un bonito batón
“A cuadros blancos y negros.”
Y su fina sensibilidad se agudiza todavía en una serie
<ie “Poemas del Niño”, tal como en “Serenata”, donde su
musa describe:
“Junto al agua, las ranitas,
En sus pianos de cristal,
Con martillitos de plata
Golpean: do, re, mi, fa...”.
o en “Fantasía”, donde con su habitual acierto y sencillez,
nos pinta este cuadrito lleno de ingenuo y delicioso candor:
“Como una fila de hormigas
Avanzan por los senderos
Los enanitos graciosos
De los llbritos de cuentos."
Nuevas y repetidas oportunidades para el elogio nos brln-
JUICIOS Y OPINIONES
125
dará, sin duda, esta delicada poetisa, que sabe de gravideces
líricas fértiles y bellas.
Que así sea... — SANTIAGO DALLEGRI.
De “EL AMIGO”:
Nuestros lectores conocen a esta poetisa, por alguna com-
posición de su pluma que hemos publicado en el periódico.
Poesía sencilla, poesía de alma, poesía colmada de pu-
rezas tranquilas de hogar.
Hay veces, en que las palabras le prestan toda su ar-
monía y hace con ellas expresiones poéticas palpitantes de
vida; otras veces, la vida sobrepasa a las palabras que no
dan todo lo que debieran de sí mismas. Es la impresión que
dejan algunas de sus poesías que no parecen terminadas se-
gún el ritmo del verso.
Las imágenes, son manejadas con arte y entre ellas y
las palabras sencillas que expresan las emociones de la poe-
tisa, se hace esta construcción poética en que vibra una hon-
da fuerza de idealidad.
Y es, precisamente, su poesía “Armonía”, la que mejor
manifiesta el hondo contenido de estos versos de mujer que
llegan a emocionar, sin necesidad de esa lujuria que parece
erigirse en expresión de lo original que sin ello no tendría
valor o lo tendría escaso.
Falsa noción, ésta, que se ha apoderado, sin embargo, de
muchos que son enfervorizados sin la noción moral del Arte.
La poetisa, busca armonías para su hijo; las busca en
el canto de las aves, en el susurro de las brisas, en los nidos
colmados de pichones y en el alma del silencio. Por ese ni-
ño, Amor, ella ha soñado ser un vaso colmado de armonías.
Y en realidad, todo eso es una teoría artística de hondo
contenido.
Ser cada uno, especialmente cada poeta, un vaso de ar-
monías para dárselas al mundo con toda generosidad.
Ella ha hecho eso, y con eso, ha hecho obra profunda-
mente social.— “EL AMIGO”.— MONTEVIDEO.
D e la REVISTA R. de E. MONTEVIDEO:
“Alas”, poemas de Maruja Aguiar de Mariani. — Libro de
tanta modestia como profunda ternura; casi es profanación
126
JUICIOS Y OPINIONES
Juzgarlo. Uno ve que de estas almas es el reino de los cié*
los: ¡Allí serán las predilectas en la atención de los grandes
poetas que han sido! No obstante, puede señalarse crítica-
mente la singular aptitud de la autora en el cantar: sirvan
de ejemplo los dedicados a las estrellas, las del cielo, las
del mar y las manos que siente como estrellas... Encanta-
dora obsesión. Son “florecillas” que suavizan la dureza co-
tidiana del hombre. .. Es de desear que broten por todas
*
partes.
Del CONTRALMIRANTE CARLOS BALDOMIR:
Al agradecer el atento envío de “Alas”, no puedo menos
de manifestarle el placer que la lectura de sus páginas me
ha causado, de esas páginas en las que vuelca Vd. la exqui-
sitez de su alma pletórica de nobles y elevados sentimientos,
y donde consagra a su digno padre, mi recordado y caballe-
resco amigo, en una nobilísima devoción filial que se sobre-
pone al tiempo, páginas tan hermosas como sus poesías “Pór-
tico”, “Orfandad”, “Jazmines” y otras, por no decir todas,
porque en el fondo de todas ellas aletea su recuerdo hecho
poesía, hecho amor, hecho belleza.
Mis más sinceras felicitaciones, pues, por esa nueva ma-
nifestación de su afinada sensibilidad y mis votos de que ve,a
siempre renovados esos momentos de honda comunidad con
lo inefable, que le han arrancado páginas tan sentidas como
su magnífico “Partir”...
De ADOLFO AGORIO
...Versos llenos de emoción y frescura, sin pedanterías
neo-sensibles, tienen la profundidad de las cosas claras. Todo
ello merece un aplauso que se lo tributo sin reservas. . .
...Su nueva obra poética “Alas”, renueva y afirma la
originalidad e inspiración de sus bellos trabajos anteriores...
D* “EL BIEN PUBLICO”:
Hemos recibido, con especiales dedicatorias que mucho
agradecemos, dos libros de la poetisa compatriota Maruja
Ag uiar de Mariani.
El uno se llama “Alas” y el otro, “Los Paisajes Ilumina-
JUICIOS Y OPINIONES
127
dos", premiado en el año 1935 por el Ministerio de Instruc-
ción Pública.
En ambos libros, la autora evidencia su rica sensibilidad,
el dominio de patabra e imagen para salir triunfante en la
arquitectura de los poemas, a pesar de la diversidad de los
temas que trata.
Una fina delicadeza de mujer se destaca en estas com-
posiciones, por la cual se afirma un nuevo valor de nuestra
poesía femenina. — “EL BIEN PUBLICO” — MONTEVIDEO.
De JOSE H. FIGUEIRA:
He leído con delectación los finos poemas que integran
su nuevo tomo titulado “Alas"; por cuyo envío quedo a Vd.
profundamente reconocido.
Comparando este nuevo libro suyo con “Los Paisajes Hu-
minados", encuentro una evidente superación, tanto en lo que
se refiere a la pureza y armonía de la forma, como a la ma-
yor intensidad emocional. Y por ello me es muy grato pre-
sentar a Vd. mi cordial felicitación.
Que siga Vd. enriqueciendo sus días con la belleza y la
nobleza de la Poesía, y que las almas hermanas puedan ha-
llar siempre en sus poemas el generoso remanso azul en la
vertiginosa vida cotidiana, 6on los votos de su Atto. 8. S. y
amigo.— JOSE H. FIGUEIRA.
De ARTURO SCARONE:
Mil gracias por el precioso obsequio de su nuevo libro
“Alas”. Tanto yo como mi esposa lo hemos leído con todo
interés y, ¿por qué no decirlo?, con profunda emoción. Desde
el “Pórtico”, dedicado a su padre (fruto de una hija orgullosa
del rico patrimonio legado, moral y espiritual), hasta “Mutila-
ción”, hay en todas las composiciones una inspiración eleva-
da, sana, moral y de ellas trasunta un espíritu superior, lleno
de bcndad, de gratitud, hermosamente maternal, aunque “aún
no vino el hijito que con amor aguardamos”. — De Vd. Afmo.
8. 8. — ARTURO 8CARONE.
Del PROFESOR LUIS MORANDI :
...Sus “Alas” y sus "Paisajes Iluminados”, que se ha ser-
vido ofrendarme con dedicatorias inmerecidas y que leí y vol-
veré a leer con verdadero deleite, tuvieron la virtud de ha-
128
JUICIOS Y OPINIONES
cerme revivir horas muy lejanas de mi vida, cuando las en*
soñaciones juveniles aún no habían sido casi ahogadas por
las cifras.
Dos grandes placeres en uno, que le debo y le agradezco.
Mientras su versación literaria le permite forjar versos
de admirable estructura, su inspiración
Al viento, al loco mar, al Sol, al aura
Pide sonidos de belleza inmensa,
Puros y alados...
Y es así como las cuerdas de su lira, hechas con fibras
de corazón, por un fenómeno de física psíquica, resuenan ante
todo lo que es dulce, tierno, noble, delicado.
Las alas, gracias a uno de esos milagros cuyo secreto
sólo poseen los poetas, sin abandonar la tierra dura y amarga,
baten en ambientes altos y puros, sobrevolando a las mu-
chas miserias que nos oprimen.
La conocí a Ud. una tarde reciente en la Escuela “Fran-
cia”, durante una admirablemente bien concebida fiesta infan-
til, después de aplaudir su hermoso himno a la luz, puesto en
los labios de los que son la gloria de su maternidad espiritual.
Hoy la lectura de sus obras me confirma en el Juicio
que entonces me había formado del inspirado autor descono-
cido.
Si algo significa para Ud., agregue mi aplauso a ios mu-
chos obtenidos por su labor poética que adquiere, si cabe,
mayor brillo cuando se hermana a su fecunda labor de maes-
tra. . .
De FANNY LUI2A DUPRE.-SAO PAULO:
...Tenho un prazer irrestricto ao lér seus versos asslm
tao ungidos de maestría e espiritualidade. Confesso-me, pois,
su a grande admiradora...
Del MINISTRO DE INSTRUCCION PUBLICA, Sr. MARTIN
R. ECHEGOYEN:
...Se complace en expresarle que ha leído con placer los
versos de su bella obra “Los Paisajes Iluminados”, tan justa-
mente laureada por el Jurado de Remuneraciones Artísticas,
y en los que se trasunta su elevada inspiración y sus cali-
ficadas aptitudes literarias...
JUICIOS Y OPINIONES
128
Del Dr. TABARE REGULES:
... La felicita con toda sinceridad, pues su obra “Los Pai-
sajes Iluminados" encierra realizaciones de belleza, que re-
presentan un valor que surge, digno de destacar en medio
del ambiente prosaico de la hora...
De JULIA A. DÉ LA GAMMA:
...En verdad son “iluminados" sus paisajes. Un vivo res-
plandor de espontaneidad, bondad y belleza los ilumina y les
presta calor y vida sana y pura desde “adentro", desde lo
íntimo de su alma, que nos los entrega luego, elevados, enal-
tecidos, enriquecidos, para solaz y regalo de nuestra propia
alma.
De entre ellos destaco, por su hondo sentido filosófico,
además, La canción de las espigas, Marcha fúnebre, Karma,
Canto a la fe, Plegaria y como magnífico broche de oro, Can-
to al Amor, en el que desbordan un corazón amante y una
mente comprensiva.
Le quedo, pues, deudora a su delicado y bello recuerdo
y la felicito por la confirmación de su capacidad lírica hecha
por el Ministerio de Instrucción Pública, acto justiciero que
enaltece a esa autoridad...
De LEONOR HOURTICOU:
...He leído las preciosas poesías comprendidas en “Los
Paisajes Iluminados".
Las he leído con vivo interés. Cada una de ellas encon-
tró gratísimo eco en mi corazón, porque las sentía MUY SU-
YAS, muy de aquella que yo conocí, traté y amé, y a la que
tantas veces aplaudí y tantas procuré alentar en sus mo-
mentos de desaliento y que hoy veo sublimada, felizmente,
deslizarse sin esfuerzo por el magnífico cauce de la creación
poética.
Esta canalización de sus reservas espirituales es promi-
sora (a juzgar por su primera producción) de nuevos éxitos,
y yo me complazco en augurárselos...
De la Dra. CHIQUINHA RODRIGUES. - SAO PAULO:
...Encantadores versos, expléndida obra de literatura, a
que acaba de receber das mSos da grande amiga.
Aceite, com a expresáo mai* elevada da minha estima e
130
JUICIOS Y OPINIONES
considerado, os maiores applausoa e votos sinceros pelo aeu
triunpho, ao lanQar este livro, que é bem o de urna alma
transbordante de magníficos sentimentos. . .
PARRAFOS DE UN ESTUDIO DEL POETA Y CRITICO AR-
GENTINO A. D. PLACIDO:
...Maruja Aguiar de Mariani no nos ha sorprendido con
sti aparición triunfal en el mundo de las letras... Su estro
fecundo y armonioso, su estilo fluido y ágil, su imaginación
penetrante y sutil, ya nos habían dado la pauta de su talento
y nos habían anticipado la proximidad de su triunfo... De
manera que frente a “Los Paisajes Iluminados 1 ’ pudimos gus-
tar toda la frescura y la belleza lírica, que fluye de sus pá-
ginas como un chorro de agua clara...
...Desde la primera a la última poesía que componen
“Los Paisajes Iluminados”, título que sintetiza y armoniza
graciosamente el conjunto, la autora se muestra en toda su
capacidad, en toda su pureza y buen gusto: Domina el verso
cualquiera sea su estructura rítmica y su estilo es espontá-
neo y cálido y sus imágenes, multiformes y firmes como un
relieve. . .
...Hay en “Los Paisajes Iluminados” algunas poesías
que, por sí solas, bastarían para acreditar a la autora como
poetisa de verdadera enjundia intelectual. Una de ellas es
“La Madeja”, joya lírica, donde sus conceptos sobre el amor
alcanzan las más diáfanas e inmáculas alturas ideológicas:
también en “Canto al Amor” demuestra la misma sutileza,
pero no ya con tanta pureza y precisión, probablemente por-
que interviene un sentimiento menos subjetivo y más fuerte,
y una inspiración más exaltada y ferviente.
Otra de las poesías que merece los mejores elogios es
“Canto a la Fe”, por su belleza y armonía y su expresión
suave y enérgica al mismo tiempo. Podrían citarse también
como producciones de mérito singular — aunque de distinto gé-
nero — “Plegaria” y “Las manos de Cristo”, como igualmente
algunos madrigales graciosamente logrados...
...Cabe agregar que hay algo más por decir sobre la per-
sonalidad y la obra de la señora Maruja Aguiar de Mariani.
Nos referimos a ese sentimiento maternal — 6oplo divino — que
invade y llena, como ciertas páginas de Gabriela Mistral, el
JUICIOS Y OPINIONES
131
espíritu de un sagrado temblor y que en toda su obra palpita
como un gran corazón de madre...
. . . Podríamos añadir, como síntesis final, que la autora
halla su principal fuente de inspiración en los dos temas que
han preocupado eternamente a los poetas, y que son el Amor
y la Luna.
{Salve, pues, por la aparición triunfal del pájaro lírico
que acaba de abrir sus alas!
INDICE
Páo.
Portada i
CANCIONES POR EL NIÑO QUE VENDRA
A MIS BRAZOS
Amargura 7
Ensueño * 8
Fantasía invernal 8
Ruego 0
Rayito de luz 10
Ronda 10
Anhelo ' 11
Obsesión 12
El dulce juego 12
Ronda de flores *3
Triunidad 14
Romance por el hijo soñado 14
Angustia 16
Monedita de luz 17
Elevación 1®
El tesoro 1®
Estampa 20
Ilusión 21
Cadenita de besos 8®
RÉverie 23
Nido vacío 24
La canción del trigal 25
Canto de esperanza 26
Gravidez 27
134
INDICE
Pág.
Haa de amores
El escudo ,
Miniatura
Canto al dolor
Vidas paralelas
El collar
Romance maternal
Juegan los pequeños
Para nombrarte
El acecho
Hortue conclusus
Curiosidad
Caja de música
La ofrenda
Canto a la madre
Canción triste
CANCIONES POR EL NlftO QUE LLEGO
A MI8 BRAZOS
Maternidad
Joya suprema
Pasaron los Reyes
El nino nuestro
El milagro
El nino se duerme
1 + 1=2
Romance del lucero nMo
La cuna
Canto de la madre
Canción de cuna N.o I
Canción de cuna N.o II
Canción de cuna N.o III
Canción de cuna N.o IV
Canción de cuna N.e V
l Per qué
Karma
lUpal
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INDICE
135
Pág.
ROMANCES PARA MI NIÑO
Sé halconero . . 57
Las islas 57
Plegaria por el pájaro 58
El huevo 59
El viento
La estrella 61
La campana 62
La mariposa 62
Las siete hermanitas 63
Don Conejo 63
La montaña 64
Los patitos van de paseo 65
El ciprés 65
Canción del botoncito de nácar 66
E| bentevCo 67
El cardenal 67
Canción de la gota de agua 68
Pececito plateado 69
El pollito 70
Romance del arbolito que tiene tutor 71
El trébol 71
La familia Gallínez 72
Romance del álamo y el nido 72
La llama 7 "
Pececito rojo 74
El arbolito 75
Canción del copito de nieve 76
Ideal derrota 76
Gallito blanco 77
Así te soñé yo 78
Logra estrellas 78
Aprende tu lección 79
No te des por vencido ni aun vencido 30
Realiza 81
La casita de las llamas 81
186
INDICE
Pág.
Espera 62
Pollito de incubadora 63
El canario 85
Historia curiosa 85
La lunita coqueta 86
E| sauce 87
Habla el agua 87
Ama, hijo mío 88
Granito de polen 89
No hieras 90
Tramonto 91
Sé un huerto cerrado 92
Romance de la flor de cinco pétalos 93
Pugna por ser alma 94
No preguntes 94
Date siempre 95
Sé como el árbol 96
Conócete 97
No te importe 99
Respeta a la madre 100
El espejo 100
Construye tu destino 102
Sólo por ella 102
No destruyas 103
Ten voluntad 104
El sagrado juego 105
Busca en ti 107
Sé el hermano de todos 107
Fantasía 108
Suba y baja 109
Los cinco hermanitos 109
Ronda de tos niños de América 110
Para ti 111
Juicios y opiniones 112
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